Primera semifinal del día, que enfrentará al actual campeón
del torneo, Rafa Nadal, con la eterna promesa británica, el escocés Andy
Murray.

El escocés lleva alcanzando las semifinales tres años
consecutivos, si incluimos esta. En el 2008 se quedó en cuartos, eliminado por
Rafa Nadal, a la postre, ganador en un partido épico ante Roger Federer en la
final. En el 2009 lo eliminó Andy Roddick, finalista contra Federer, el cual
también ganó en otro partido épico. Y en el 2010 lo dejó fuera en semifinales,
Rafa Nadal, a la postre ganador del torneo ante Berdych.

Es decir, estamos ante la repetición de las mismas
semifinales del año pasado.

Cuando un jugador se “encalla” en esta línea de su torneo
favorito, aunque parezca mentira está deseando llegar al mismo momento, para
poder curar las heridas abiertas de otros años, y ante esta situación se
encuentra Andy Murray.

Poco podemos decir de Rafa Nadal, un competidor en un estado
máximo, que lucha cada torneo, y es el número 1 del mundo.

Sin embargo, Rafa Nadal no llega en su mejor estado de
forma, al menos el físico, bastante alejado de ese año pasado, y del 2008.
Quizá, algo más parecido al de comienzos del 2010. Nadal anda poniéndose
vendas antes de la herida. Salió infiltrado por un problema muscular ante Del
Potro, y en ese partido además, tuvo el percance en el pie, que lo mantuvo con
dudas ante Fish. Luego, en el partido de Fish apenas se notó, sin embargo,
Fish, un jugador no muy complicado, le pudo arrancar un set. Y es que Nadal
tuvo muchos problemas para ganar a Muller, necesitando dos tie breaks muy muy
luchados, cedió un set ante Del Potro, y de nuevo los tie breaks cayeron de su
lado, y ante Fish perdió un set.

Que se haya borrado de la Davis, implica ciertamente que necesita
descansar. No me cabe duda de que su estado físico está al límite, él lo sabe,
y lo va anunciando, por lo que pueda pasar, pero no es menos cierto, que cuando
Nadal se presenta en estas situaciones, siempre tiene un punto más que los
demás, para aguantar con un físico prodigioso. Ahora bien, también tenemos que
mirar las cuotas, y Nadal sigue saliendo de favorito ante Murray.

Andy Murray, para mí, ha dado un paso cuantitativo este año,
en contra de lo que se esperaba. Recordemos que es finalista del Australian
Open, donde perdió ante “Invictus” Djokovic y semifinalista en Roland Garros,
un torneo y superficie muy complicada para el escocés. Allí, otra vez le volvió
a ganar Nadal, pero Murray jugó una gran temporada en arcilla, fue el que más
cerca estuvo de ganar a Djokovic en Roma, antes de su caida ante Federer, y en
Montecarlo también robó un set a Nadal. La hierba se adapta mucho mejor al
juego del escocés que la arcilla, por lo que las cosas parecen igualadas, como
se demuestra su título en Queen’s. Murray ha tenido un gran torneo, yendo de
menos a más, cediendo un set ante DGT o Ljubicic, pero en ningún momento
peligrando ninguno de sus partidos, mientras podemos decir que Nadal se ha
mantenido constante, pero no ha dado esa muestra de suficiencia como en otros
torneos.

Creo que es la ocasión perfecta para Murray. Andy Murray,
como Nadal, es uno de los mejores restadores del circuito, y aunque Nadal es
zurdo y su saque molesta, Murray debería meter muchas bolas en pista. El saque
del escocés es más potente, y en algunos momentos le puede salvar de algún
problema. Ambos pelotean sensacionalmente desde la línea de fondo, y en este
caso, el llevar un partido largo no favorece a Rafa Nadal, ya que Murray tiene
un físico de aguante bastante portentoso, y habrá que ver como responde el
cuerpo de Nadal ante un partido de 4 horas o más.

Algunos hablan de la presión de Murray de estar en el All
England Club, pero creo que cuando es tu tercera semifinal, y cuando has
“decepcionado” ya antes, la presión debería desaparecer, y más cuando juegas
contra el número 1 y el actual campeón.

Las impresiones personales es que veo a Andy Murray muy
fino, que viene de jugar muy bien ante Gasquet y Feliciano, y ganar en 3 sets
sin mucho desgaste, y la realidad es que Nadal parece que viene más castigado,
pero Nadal es Nadal, es uno de los mejores jugadores de tenis de todos los
tiempos, pero no es invencible. Murray sabe lo que es ganar a Nadal, aunque
solo sea en 5 ocasiones, por las 11 que ha perdido. En el Australian Open del
2010, las cosas se presentaban parecidas, y Nadal terminó retirándose en el
tercer set.

Es una ocasión única para Andy Murray, y yo creo que si
juega tranquilo y como hasta ahora, podría llevarse el partido. Al menos, creo
que el valor de la apuesta está del lado del escocés, que sale como dog.

La segunda semifinal se presenta, de forma muy parecida.

Todos veíamos a Tsongá muy bien, después de su paso por
Queen’s. Lleva una increíble racha en hierba, y en el torneo se está
encontrando muy a gusto. El otro día, además de eliminar a Federer, marcó un
hito, a ser el único jugador que ha conseguido remontar un 2-0 en contra en un
GS a Federer. Desde que se deshizo de su entrenador, Tsongá parece haberse
liberado, y eso lo demuestra en la pista. Es cierto que es más anárquico, pero
es más libre para intentar otras cosas. Eso, a veces le quita puntos, pero
otras muchas se las da. Su derecha es demoledora, y el cambio más sustancial es
que a la carrera ahora es capaz de sacar un revés a una mano para llegar a
golpear bolas que antes con dos manos se quedaban en la red. Con un físico
portentoso, y un fuerza descomunal, Tsongá tiene en el saque uno de sus más
valiosas armas. Suele subir a la red, donde se mueve muy ágil, y es muy difícil
de pasar, por lo que la hierba es una superficie adaptada muy bien a sus características
físicas, pero también es capaz de aguantar peloteos desde el fondo, y esperar
la ocasión para reventar la bola con su derecha cuando le viene a huevo. Tsongá
ya sabe lo que es jugar semifinales de un gran slam, es más, ya sabe lo que es
jugar la Final,
porque fue finalista del Australian Open. Es un jugador que se crece ante las
adversidades, que no le importa jugar por debajo en el marcador, y que ofrece
un tipo de juego espectáculo que el público agradece.

Por el contrario, a Djokovic le he visto ya un partido ante
un jugador de estos, que montan espectáculo, como Baghdatis, y lo pasó muy mal.
No le gusta a Nole no ser el centro de la fiesta, y el público creo que va a ir
con Tsongá, y al serbio eso no le gusta nada. Contra Baghdatis ya recriminó al
público, y perdió un set. El otro día contra Tomic, el público también estuvo a
favor del aussie, y de nuevo, volvió a perder un set, pero ya no fue eso, sino
que volví a ver al Djokovic del 2009-2010, y no al Invictus. Su servicio no
funcionó como debiera, volvió a caer en las dobles faltas, y muchos rallies
acababan en la red, volvió a los gestos de antaño, sus caras, su raqueta
volando por los aires, … Totalmente diferente de ese Invictus de principio de
año. Y es que, queramos o no, algo de confianza habrá perdido, y se tiene que
notar. Si a Djokovic no le funciona el saque ante Tsongá, o pierde confianza en
él, tiene un grave problema. Djokovic se quedará en el fondo de la línea, y el
ataque corresponderá a Tsongá en la red, por lo que tendrá que estar muy fino
para pasarle. No me cabe duda de que lo puede hacer, pero el francés llega con
una confianza en aumento, y Djokovic tiene una presión añadida. Necesita ganar
a Tsongá para ser número 1 de la
 ATP…y recordemos lo que pasó cuando lo tenía que conseguir
ante Federer.

Si a eso sumamos que el h2h es de 5 victorias para Tsongá, y
2 para Djokovic, nos encontramos ante un partido donde el favoritismo de
Djokovic está basado en su excepcional primera parte del año, pero no en la
realidad vista sobre el All Englan Club de Londres. Evidentemente, si Djokovic
saca su estado “Invictus” es difícil de batir, pero en hierba de Wimbledon, su
tope parece ser semifinales, nunca alcanzó la final, y la única cuestión es que
si Djokovic estuviera aún invicto, las cuotas serían mucho más altas por Tsongá,
pero las posibilidades de Tsongá seguirían estando.

Creo que el valor está de parte del francés, visto lo
visto..ya en el último enfrentamiento, en el 2010, el francés le ganó en el
Open de Australia.