Creo que después de diez partidos consecutivos perdidos ante Denver ya va tocando que los de púrpura y oro consiguen por fin imponerse a su bestia negra.

Lo cierto es que para el que viera la barrida del año pasado o los dos partidos de esta serie la sensación será muy parecida: los Lakers han estado siempre muy cerca de la victoria pero a medida que nos acercábamos a los minutos finales empezaba a cundir el pánico y el final, con Murray saliéndose en el clutch y Denver ganando por muy poco partidos en los que siempre ha ido a remolque se ha repetido constantemente.

Llegamos al tercero y en el Crypto los Lakers deben quedarse con lo bueno: dos muy buenos partidos en casa del campeón en los que desperdiciaron rentas de 14 puntos en el primero y de 20 en el segundo. Con sus dos jugadores franquicia AD y Lebron rindiendo a un excelente nivel y con jugadores como D Lo desaparecidos en la eliminatoria de 2023 que han crecido en el segundo tras un primer partido muy irregular sobretodo en el tiro de tres.

Creo que es lógico que tras salir Denver muy favorito en casa las cuotas se hayan igualado en LA. Si Lakers sigue en la línea del segundo y no vuelve a cometer el error de dejar vivo a Denver cuando puede matar el encuentro a buen seguro debería llevarse mañana el primer punto de la eliminatoria. La verdad es que los de Ham lo están haciendo muy bien llevando al límite a Jokic tanto en defensa como en ataque y el quinteto de la recta final de temporada sigue funcionando pese a que Hachimura anduvo mas desaparecido en el segundo y falló algunas canastas claras debajo del aro.

Para hoy se espera un refuerzo de lujo como es Wood que puede abrir la cancha y hacer mucho daño con su excelente mano para amenazar desde el triple. Solo hay un capítulo que los Lakers deben cerrar de una vez por todas y es el de Murray en los últimos minutos. Como sea deben forzar que la suelte o defenderle mejor porque hasta ahora nada ha funcionado: ni sentar a DLo y ponerle a Cam Redish a defenderle o Prince ni el otro día Davis pudo evitar una dolorosa derrota sobre la bocina.