Las japonesas Eri Hozumi y Miyo Kato tienen algo de ventaja al ser pareja habitual en el circuito. Han jugado un total de 23 encuentros formando pareja con 16 victorias y 7 derrotas. Esos números les han llevado al top100 en el caso de Hozumi y a las puertas está Kato. Ambas están en su mejor ranking y eso se debe a la final en el torneo de Kaohsiung, perdiendo con las hermanas Chan en la final, igual que les pasó en las semifinales de Tokyo hace unos meses. Pero a parte de eso no han hecho mucho más a nivel WTA, todo en ITF y por Asia, donde los cuadros son algo más fáciles.

El factor diferencial es sin duda Barbora Krejcikova. A sus 20 años es ya la número 55 del mundo en dobles. El año pasado ya ganó dos títulos WTA aunque en torneos de perfil bajo como Quebec y Limoges. Este año ya ha hecho semifinales en Auckland y final en San Petersburgo, ganando previamente a Hlavackova/Hradecka. Además, en Dubai plantó cara a Mattek/Shvedova, pareja de tops. Después de ganar a Groenefeld/Vandeweghe 6-4 6-4. Suele jugar con diferentes parejas, no sé si es que le gusta o que está buscando una pareja fija y no encuentra, pero siempre que veo sus partidos me da la sensación que es la mejor de la pareja y que si tuviese una pareja top ella daría el nivel y estaría incluso top30 sin problemas en el ranking, un número que seguro que puede alcanzar este año si se sigue implicando en el dobles, pero eso conllevaría dejar a un lado el singles y aunque no está entre las 150 mejores, es difícil tomar esa decisión y más tan joven.

Chan también es top100 y es del perfil de sus rivales, cuando ha intentado salir a jugar fuera de Asia no ha cosechado grandes resultados