Buenos días:

Redacto este pronóstico una vez se conocen los dos finalistas del Australian Open 2022, que serán nuestro Rafael Nadal y el ruso Daniil Medvedev, quienes han superado en semifinales a Berretini y Tsisipas, por sendos 3-1. Sale muy favorito el ruso, pagándose la victoria de Rafa a más de 2,50.

Se enfrentan el actual número 6 del ránking ATP y 35 años, Rafa Nadal y el número 2 de dicho ránking y 25 años, el ruso Medvedev. Éste último llega a esta cita tras haber ganado su primer Grand Slam, el US Open 2021 y tras haber hecho final en las Finales ATP del año pasado y con un balance en esta superficie en este año de 8 victorias en 9 partidos, siendo su única derrota en la ATP Cup contra Moutet por 2-1 y lo hace con opciones de conseguir alcanzar -no de forma inmediata este lunes, pero sí en las próximas semanas- el número 1 del ranking ATP, si logra ganar el título. Por su parte, el español se presenta en esta final con un balance en esta superficie en este año de 10/10, pleno de victorias para Rafa, tras haber logrado el título ATP en Melbourne y plantarse en esta final y si logra el título desempatara con Federer y Djokovic en el número de Grand Slam conseguidos, pasando a tener 21, con Roland Garros en su punto de mira y mucho más cerca del récord histórico de 24 que ostenta Margaret Court.

Tenísticamente hablando que vamos a decir de Rafa, el cual, si está físicamente bien, es prácticamente imparable y lo mismo del ruso, el cual, a pleno rendimiento es un muro casi infranqueable. Ambos tenistas llegan en un gran momento, con mucha confianza y cualquier puede ganar. El partido se disputará a las 7 y media de la tarde, hora de Melbourne (9:30 horas en España) y se jugará en outdoor, ya que no hay previsión de lluvia. En estas circunstancias, me quedo con la victoria de Rafa por las siguientes razones:

1ª) La experiencia. Será la vigesimonovena final de Grand Slam para nuestro Rafa. De las 28 anteriores ha ganado 20 y únicamente ha perdido 8, con el siguiente balance. 13/13 en Roland Garros (pleno); 4/5 en Us Open (una sola derrota ante Djokovic); 2/5 en Wimbledon ( con 2 derrotas ante Federer y otra ante Djokovic) y 1/5 en Australia (con 4 derrotas, 2 ante Djokovic, y una ante Federer y Wawrinka). Ello significa que ha ganado más del 70% de las finales de Grand Slam que ha disputado y las que ha perdido, con excepción de la derrota ante Wawrinka, ha sido contra los otros dos grandes monstruos del tenis en los últimos 15 años y miembros del Big Three (Federer y Djokovic). Por contra, será la cuarta final de Grand Slam para él, con un balance, por el momento de 1/2, habiendo ganado solo a Djokovic en el US Open 2021 y habiendo perdido contra Rafa en la edición de 2019 de ese mismo torneo.

2ª) El cara a cara. Estos dos jugadores se han enfrentado en 4 ocasiones en esta superficie con un balance para Rafa de 3/1, siendo la única victoria del jugador ruso sobre el manacorí en 3 mangas y en indoor.

3ª) La motivación extra. Ya he aludido los objetivos que persiguen y pueden conseguir ambos jugadores (número 1 del ránking, el ruso y 21 Grand Slams, el español). Sin embargo, creo que para Rafa existe un plus de motivación en este encuentro por cuanto tiene una espinita clavada con este torneo; me explicaré. Fuera de Roland Garros, que es su torneo fetiche, siendo el rey de la tierra batida, con 13 victorias en 13 finales, los otros dos torneos de Grand Slam favoritos de Rafa, son los que se juegan outdoor en hard, es decir, el US Open y el Australian Open y mientras que en el torneo americano tiene un balance muy positivo entre títulos y finales (4/5), aquí en Australia presenta un muy pobre balance de 1/5, con 4 derrotas en finales y datando su único triunfo del año 2009. Ello significa que aquí no gana desde hace 13 largos años y estoy convencido que mejorar su balance aquí le va a suponer un extra de motivación. Y es que aquí solo ha perdido contra miembros del Big Three, salvo contra Wawrinka en 2014.

Me gustaría recordar ese partido en el que Rafa acabó lesionado y ha sido su única derrota contra un jugador fuera del Top 3. El escenario para el próximo domingo es totalmente distinto al de esta final. Rafa, salvo puntuales molestias, llega en plena forma física y tenística para conseguir su 21º Grand Slam. Se dirá y es cierto que enfrente tendrá al actual número 2 del ránking -jugador extraordinario, que te obliga siempre a meter una bola más, con un muy sólido servicio y un revés excelente- pero no lo es menos que Rafa es otro frontón y además zurdo, que puede castigar la derecha del ruso, como golpe menos determinante de éste y además le tiene ganado el cara a cara.

En definitiva, no veo al ruso ganando dos veces consecutivas al español, quien estoy convencido conseguirá aquí el domingo su 21º título y su segundo Australian Open, tras 25 años de sequía.

Stake más bien bajo (2), prudencia y mucha suerte para quien la siga.