Nos vamos hasta la final del M1000 de Shangai, donde contra todo pronóstico llegan Roger Federer y Gilles Simon. Y es que ambos lo tenían muy crudo para alcanzar esta ronda final, pero han demostrado un nivel excepcional de tenis yendo de menos a más.

Federer estuvo a punto, pero muy cerca, de irse a casa ya que L. Mayer dispuso de hasta 5 MP (uno de ellos dramático con un passing definitivo de revés de Mayer que no supera la red por nada). Tras salvar esa situación, vimos a un gran Roger ante R. Bautista y J. Bennetau, hasta llegar a la excelencia de ayer con Djokovic. Simplemente jugó uno de sus mejores partidos en los últimos años. Pudo ejecutar su estilo de juego a la perfección y eso hizo que ni el nº 1 del ranking pudiera hacer nada ante ese nivel espectacular.

Simon por su parte, venía de hacer semifinales en Tokio, y aquí partía con muchas dudas. Le tocaba un cuadro sumamente duro, con Wawrinka, Berdych y Nadal/Raonic para soñar (algo que seguramente ni él mismo se podía imaginar) con llegar a la final. Pero es que, tras el 6-3 que le gana G. García López en su primer encuentro, hemos visto al Simon que llegó a ser Top10 hace unos años. Victoria épica, con remontada, ante S. Wawrinka, se deshizo fácil de M. Jaziri, pasó por encima de T. Berdych incluyendo un rosco en el 3º set y hoy ante F. Lopez ha dado una lección de solidez y passings shots.

Es verdad que Federer ha puesto el listón muy alto ante Djokovic, pero el suizo está pecando esta temporada de una cosa, y esta es la regularidad. Hemos visto muy poco a Roger jugando a un nivel superlativo varios partidos en un mismo torneo. Además, esta temporada, en las finales de los torneos, Federer no está siendo resolutivo. Tiene un balance de 3-5 esta temporada, cayendo ante L. Hewitt (6-1 4-6 6-3), N. Djokovic (3-6 6-3 7-6(3) y 6-7(7) 6-4 7-6(4) 5-7 6-4) por partida doble, S. Wawrinka (4-6 7-6(5) 6-2) y JW. Tsonga (7-5 7-6(3)). Todas ellas han sido muy apretadas, de hecho tan solo ante el francés no han habido el máximo de sets posibles. Pero es que sus victorias en las finales también están siendo ajustadas, 3-6 6-4 6-3 ante T. Berdych, 7-6(2) 7-6(3) ante A. Falla y 6-3 1-6 6-2 ante D. Ferrer.

A esto le tenemos que sumar el rival que tendrá mañana enfrente, y es que Simon es de esos rivales que nunca te quieres encontrar en la pista. El mismo Federer, en 2011, tras ganarle por primera vez, hacía unas declaraciones diciendo que ojalá no tuviera que jugar más contra él. Y es que el francés, pese a perder el H2H por 4-2, es de esos contrincantes que siempre le han puesto las cosas difíciles. Empezó perdiendo el suizo sus dos primeros duelos, en 2008, 2-6 7-5 6-4 en Toronto y 4-6 6-4 6-3 en Shangai. Luego llegó la victoria comentada del Australian Open en 2011 por 6-2 6-3 4-6 4-6 6-3, ese mismo año se retiraba Simon en Miami nada más empezar y en 2013, Federer le vencía dos veces en clay, la primera 6-1 6-2 en Roma (su única victoria sin gastar los máximos sets) y 6-1 4-6 2-6 6-2 6-3 en Roland Garros. La desesperante consistencia y la rápida transición de la defensa al ataque de Gilles han provocado problemas en casi todos sus enfrentamientos.

Y es que Roger y Simon tienen estilos de juego antagónicos. El suizo es el maestro de los puntos cortos, y ahora con su edad aún más, lo que le hace ser muy agresivo y cada vez están siendo más frecuentes sus subidas a la red (48 ante Nole). En cambio el francés es un muro, basa su tenis en la inteligencia, la táctica y su solidez del fondo de la pista para buscar los puntos débiles del rival y castigarlos, para poder así ganar los partidos.

Creo que el tema de la presión no existirá, primero porque Roger tiene toda la experiencia del mundo en este tipo de partidos, pese al mal bagaje que lleva esta temporada y que no las está ganando con comodidad, y segundo porque Simon no tiene nada que perder, y eso es lo que me hace confiar en él, jugará sin ataduras y ahí es donde podemos ver su mejor nivel. Por ejemplo, este mismo año, ha forzado 3 sets a Djokovic (Cincinnati) o Nadal (Roma) y 5 a Raonic (Roland Garros) o Cilic (Us Open). Él mismo sabe que nivel tiene para estar a la altura de esta cita, lo que necesitamos es ver si es capaz de demostrarlo en momentos tan importantes como este.

Otro aspecto que me convence para confiar en Simon y su capacidad de alargar el partido es que en la última semana se ha enfrentado a varios sacadores muy buenos como Muller, Raonic o Feliciano que son muy de subir a la red y sobre todo hoy ante el español se le ha visto muy fino con los passings, ya fueran de revés o con la derecha. Si mantiene esa efectividad ante Roger, tendrá mucho a su favor.

Espero ver un partido mucho más igualado de lo que marcan las cuotas, ya que creo que Federer no rendirá a tan buen nivel como hoy, porque ese nivel es casi la perfección en estado puro y además seguro que tendrá en mente los duros duelos que le han enfrentado a Gilles en los últimos años. En mi opinión se verá una final muy disputada, donde ambos tendrán sus opciones y confío en que se decida en el tercer y definitivo set, ya que creo que ambos están a un nivel tan alto que no podrán imponer su juego de forma prolongada.