No queda nada, o muy poco del San Antonio campeón de hace dos temporadas. Cambio generacional tras no lograr repetir la hazaña el año pasado y plantilla inferior con un once titular donde sólo repiten tres jugadores del año pasado (mediapunta, carrilero y central) y de los cuales sólo dos estaban hace dos temporadas. Sin embargo sigue el entrenador y está será su sexta temporada al frente, con una idea de juego que intentó cambiar a más posesión en los primeros partidos pero que vuelve a sus orígenes de ataque directo en varias fases del partido.

En los dos primeros partidos de San Antonio dejaron muchas dudas ya que un equipo a priori inferior como Loudoun United le logró empatar (2-2) aún jugando en inferioridad durante poco más de una hora. Incluso tuvieron ocasiones para ganar. El viaje posterior a Florida para enfrentarse a Tampa Bay dejó más dudas ya que fueron superados totalmente durante 80 minutos (2-0 para Tampa) pero consiguieron sacar un empate tras flojear Tampa Bay en el tema físico el último cuarto de hora.

Tras dos victorias consecutivas en su campo (Colorado y Monterey) bastante convincentes, perdieron en Las Vegas y empataron con Orange County en dos partidos donde se quedaron sin anotar y sin casi producir ocasiones volviendo a sembrar dudas pero esta vez en ataque.

El viaje a Connecticut para enfrentarse a un equipo que se estaba mostrando muy sólido como Hartford se preveía complicado pero hicieron el que quizá haya sido su mejor partido hasta el momento para imponerse con claridad por 1-3, mostrando de nuevo esa solidez defensiva y por fin efectividad en ataque y recordando al San Antonio de hace dos temporadas contra un equipo que apunta alto como Hartford.

El fichaje reciente de Machop Chol, de la cantera de Atlanta, y por fin la recuperación de Solignac, dos jugadores de ataque, le dieron más libertad a Agudelo y todo fluyó en ese partido. La defensa parece que poco a poco se va conjuntando y tras la buena imagen este último fin de semana creo que hay que confiar en ellos.

Miami ganó en su debut contra todo pronóstico a Colorado (2-0) en un partido que se dedicaron a defender con nueve jugadores en su área y salir a la contra y les salió bien. Con Sacramento intentaron lo mismo y perdieron 0-1 y después la fortuna se alió con ellos y sacaron un 2-2 del condado de Orange. A partir de ahí cinco partidos y cinco derrotas, algunas contundentes como el 2-5 de Tampa Bay e incluso el Tormenta (League One) les goleó 2-4 en la Open Cup.

Es cierto que es un equipo joven, el de menos edad de la liga, y van mejorando sobre todo en transición ofensiva, pero siguen estando bastante por debajo de los equipos fuertes de la USL, como podría ser el caso de San Antonio.

Ante un Birmingham que podríamos considerarlos quizá en la torna de aspirantes, digamos un nivel 2 (siendo San Antonio un nivel 1), perdieron esta última jornada por 0-1 y por un error de un defensa de Miami, pero es que Miami apenas creo peligro y Birmingham las tuvo de todos los colores. Perfectamente podrían haber acabado 0-3 o 0-4.

Con lo cual dicho esto, creo que tras ver al mejor San Antonio hasta el momento, voy a darles un voto de confianza y buscaremos su victoria por dos o más goles, siendo apuesta nula si ganan de un solo gol.