La sexta etapa de la Tirreno-Adriático 2024 se disputa este sábado 9 de marzo entre las localidades de Sassoferrato y Cagli (Monte Petrano), con un recorrido de 180 kilómetros. Terreno muy exigente con más de 3.000 metros de desnivel y final en el duro Monte Petrano.
Con Vingegaard de absoluto dominador vamos a buscar la posibilidad de que Arensman termine la etapa en el top 3.
En estos momentos, está cuarto en la general, a 1.29 del líder, a 35 Segundos de Ayuso y a solo 9 Segundos de Hindley.
Sus opciones de hacer podium pasan irremediablemente por acabar en posiciones de honor en esta etapa, pues la jornada del domingo será para los velocistas.
Por tanto, a cuota 13 hay que intentarlo, máxime porque el holandés se ha convertido en improvisado líder de Ineos tras el pinchazo en la general de Pidcock, que debería trabajar para él para que se metiese en el podium final.
Arensman sabe lo que es ganar 2 etapas en alto en la Vuelta (Sierra Nevada y Navacerrada), conseguir 5 podium en etapas también en la Vuelta y en el Giro o ser tercero de la exigente carrera del Tour de los Alpes.
Esta temporada ya ha sido Quinto de la dura Vuelta al Algarve.
Acostumbrado a trabajar para otros, hoy está ante la oportunidad de sacar toda su clase y luchar por el podium de la jornada.
Ayer fue Quinto en la etapa.  

Vamos a por una locura. Si hay alguna posibilidad de fuga y de que la misma pueda llegar, estoy seguro de que el danés Kasper Asgreen lo intentará, como ya lo intentó ayer.
Perdido en la clasificación, a este corredor y a su equipo, Soudal, sólo le queda intentarlo en alguna fuga bidón consentida por el pelotón.
Si se da y entra el vikingo, tiene la calidad de sobra para estar en el podium a esta soberbia cuota 151.
Poco que decir de un ciclista que tiene en su haber una de las grandes clásicas, la Saxo, ganó el año pasado una etapa del Tour, donde también atesora 3 Segundos puestos y que tiene 13 triunfos en su haber. Muy difícil pero no imposible. Y es una cuota de ensueño aunque sea solo para echar unos céntimos. Sobre todo, porque ya demostró ayer que lo quiere intentar desde lejos. Si Vingegaard y Visma se dan una tregua, hay opciones de que fragüe.