He estado viendo detalladamente el trato que se le ha estado dando a este partido, fuera de las fronteras de Turquía y Ucrania (o lo que queda de Ucrania -lo digo en serio, no es por mofar-).
Me he encontrado con que una cobertura tremenda en los países de Europa occidental se le está dando a las 'águilas negras' y casi que un aliento descarado. Luego me topo con que la UEFA ha postulado a un árbitro alemán (no casual), para pitar un partido de alta tensión entre un par clubes de países que ahora mismo, aunque no directamente, mantienen disputas muy fuertes.
Llevando a términos políticos, Alemania es aliada a muerte de Turquía. Ucrania, fiel a sus orígenes, es lo opuesto a esta relación. Besiktas, junto al Galata, son los equipos más representativos de esta relación turcoalemana. Dinamo Kiev, es quizás uno de los equipos más alejados de esa forma de ver ¿la vida? De más está decir que mantuvieron el nombre de 'Dinamo' por motivos obvios.
Le sumamos a esto que el Besiktas (mejor dicho, Talisca en el último minuto) sacó un empate de Lisboa contra un Benfica que estará combatiendo en cancha del Napoli. Es decir, pase lo que pase en Italia, el equipo turco tiene la oportunidad de sacar una diferencia para afrontar el partido contra los celestes con unos puntos en el bolsillo, y no con la necesidad de ganarles sí o sí. El partido ideal es este, contra un equipo de Kiev que estoy seguro que tendrá que jugar contra 16 (11 jugadores y 5 árbitros), por lo que lo tendrá más difícil.
¿A cuota @2,30? Lo compro. Y ya. Sepamos también que el Besiktas ya tiene su estadio, y es un estadio en el que se encapsula el ruido como en el que queda en el barrio de La Boca, en la gran Buenos Aires. Y si algo tiene el Besiktas son unos ultras bien gritones. No es que el Besiktas encandile con su juego. Es que el Dinamo tiene todo en contra como para pensar en mariposas amarillas volando, cuando yo sólo veo águilas negras.
¡Soberanos! ¡Libremos esta batalla de greenpicks!
NOTA IMPORTANTE: no soy propietario de la ficha de ninguno de los jugadores participantes ni accionista mayoritario de alguno de los equipos. Por tanto, lo que ocurra en los partidos es responsabilidad de sus protagonistas, y nunca debe ser un motivo para agredir, insultar o denigrar la actividad de un tipster, sea quien sea. El trabajo de preparación de un pick tiene valor en sí mismo, en ese trabajo. El resultado, que puede ser verde, azul o rojo, escapa de la responsabilidad del 'chico que predice' y es sólo una sucesión de eventos aleatorios que arrojan un resultado final. ¡Evitemos la intolerancia y fomentemos el trabajo en equipo!
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