Nos vamos hasta Caracas, donde el Olímpico de la UCV será sede de este encuentro amistoso entre Venezuela y Trinidad y Tobago.

En el amistoso anterior de Venezuela probé el hándicap -1.5 (4-1 final frente a Bolivia).

Aquí quiero subir la apuesta, aún cuando Trinidad pueda parecer más temible físicamente que Bolivia.

Técnicamente no lo es.

Trinidad y Tobago ha tenido un problema de recambio generacional bastante importante, y hace tiempo que no tenemos a un jugador de este país jugando, al menos, en la segunda división inglesa, donde solían florecer sus mejores talentos.

Casi todos de la liga local y muchos otros compitiendo en ligas de Centroamérica, y para colmo, están en medio de su CONCACAF Nations League, donde no les va para nada bien, pero es su compromiso principal.

Esto último es clave.

Venezuela hace rato que no jugaba en su país. Y están dando cátedra de buen fútbol ofensivo. Tienen al menos 8 jugadores de ataque que podrían tranquilamente ser titulares, pero la mitad debe quedarse en la banca.

Es decir, que con los cambios tenemos dos alineaciones titulares. Nos garantiza todo un partido (90 minutos) de ataque constante.

Trinidad está ocupado de su torneo y ha venido a cumplir a este amistoso, arreglado más que nada por temas políticos que vinculan a ambos países.

Se espera una asistencia mayor al Olímpico (en comparación con la de Bolivia) y eso es bueno, porque si algo le gusta al jugador venezolano es la tribuna a favor, para atacar con mucha más convicción.

DATO: El 50% de la selección de Venezuela está compuesta por jugadores que han sido locales en este estadio, sea con Caracas FC o con Deportivo La Guaira. Muchos de ellos, como Salomón Rondón, Rómulo Otero, Fariñez o Rosales, son ídolos en Caracas.

Suerte a quien la siga.