Partido de realidades y de formas de jugar y entender el fútbol totalmente opuestas.

Ulsan es una máquina de triturar rivales tanto en Corea del Sur (es líder y la ventaja con respecto a los demás es muy amplia) como en esta edición de la AFC Champions League, donde hasta esta fase llega invicto y clavándole goles a quien se atraviese en el camino.

Su poderío ofensivo es notable y eso se combina con una solidez defensiva bastante importante, por lo que a veces cualquier rival siente que no hay manera de vencerles.

Así llega Ulsan a la final.

Vissel Kobe, el equipo capitaneado por Andrés Iniesta, llega a esta final de forma sorpresiva. No era favorito ni en su grupo ni en cada fase que disputó hasta esta final. De los japoneses, es el que menos se esperaba que estuviera aquí.

Para luchar por la AFC Champions League han tenido que sacrificar por completo la liga. En tierra de nadie, este es su partido más importante y aunque tenga épica no creo que consigan levantar el trofeo.

Ulsan es un equipo camaleónico. Juega muy bien con posesión, pero le encanta cederla a sus rivales y masacrarlos saliendo disparados al área rival. El partido anterior contra Beijing (2-0 a favor) creo que apenas tuvieron un 30% de posesión.

Vissel Kobe bien es sabido que le gusta monopolizar la tenencia del balón. Si combinamos todo lo anterior al hecho de que los japoneses no tienen la defensa más sólida que se recuerde, Ulsan no solo podría llevarse la final, sino que podría ir llevándose el encuentro con claridad tras los primeros 45 minutos.

El 1-0 nos devuelve el dinero. El 2-0 (probable) nos deja un verde. Cualquier X2 al medio tiempo nos deja sin pasta.

Suerte a quien la siga.