En Atlanta final de la conferencia con mayúsculas del football colegial. Alabama (13-0, 8-0) y Georgia (12-1, 7-1) jugarán la final de la SEC o lo que es lo mismo el partido del año.
Universidades número 1 y 4 del país se jugaran además el acceso a los playoffs, sobre todo Georgia ya que Alabama parece tener un pie y medio aunque pierda.

Será un partidazo, Alabama llega aquí pasando por encima de todos rivales, tan solo Auburn en la Iron Bowl aguanto dos cuartos. Con Tua Tagovailoa con el Heishman en el bolsillo manejando un ataque que sólo pudo controlar mínimamente Mississippi State y una defensa a otro nivel que cómo siempre en los Tide abastecerá a toda NFL.

Georgia llega con una única derrota ante LSU y con el ánimo de revancha de la final del año pasado que perdió de manera inexplicable. Sigue al mando un Jake Fromm más maduro en su segundo año, sin Nick Chubb ni Sony Michel los Dawgs continúan con un fortísimo juego de carrera de manos de Elijah Holifield y Dandre Swift y una defensa que cómo su rival no permite más de 20 puntos por partido.

Voy a ir con el hándicap de los Dawgs. En Atlanta es de imaginar un ambiente favorable para ellos, la motivación de vengarse tras lo del 2017 tiene que ser enorme, pero sobretodo es que Georgia es un muy buen equipo y esos puntos en una final de la SEC por mucho Alabama que sea tendrá que lucharlos. Tugavailoa va a ir contra una secundaria de las buenas, la mejor defensa de la SEC Mississippi State lo limitó a 154 yardas y 24 puntos, el problema fue que el ataque de los Bulldogs es de escasos recursos.

Hoy Alabama se va a enfrentar al mejor equipo de toda la temporada, voy a confiar en una defensa de Georgia que será capaz de controlar medianamente al ataque de los Tide y además está defensa va acompañada de un ataque, que a diferencia de Mississippi State debe poder responder a un rival que la semana pasada ante su mayor enemigo Auburn mostraron señales de ser humanos.