Voy a probar la victoria de Ode Osbourne durante esta cuarta semana del Contender Series veraniego al que nos está acostumbrando Dana White.

Armando Villarreal ha generado unas expectativas que no entiendo muy bien de donde salen. Es un luchador interesante, pero algo sobrevalorado bajo mi punto de vista. Su juego no tiene graves carencias que deba corregir de manera inminente, sin embargo, tampoco es una eminencia en ningún área en particular. Sus mejores herramientas llegan en las distancias cortas donde cuenta con un peligroso clinch capaz de anular a cualquier rival.

Villarreal tiene una base de wrestling y posee un cinturón marrón en jiu jitsu brasileño. Pese a sus credenciales no es un luchador muy peligroso a ras de la lona. Le cuesta generar errores para imponer su grappling y en más de una ocasión he visto como le revertían posiciones realmente favorables.

Ode Osbourne también parte de una base de wrestling pero, a diferencia de su rival de hoy, él prefiere intercambiar golpes. Cuenta con un precioso juego de piernas. Su tren inferior es potente y diverso, con patadas a diferentes zonas, todas ellas desde una estancia zurda a la que siempre cuesta adaptarse, más aún en estos luchadores tan faltos de experiencia. Villarreal ejerce mucho peso sobre su pierna delantera, una característica más típica de luchadores iniciados en el boxeo, un detalle que Osbourne podría castigar si el combate se mantiene de pie. Sus manos no se quedan atrás. Osbourne es capaz de generar combinaciones fluidas y rápidas, que le convierten en líneas generales en un striker bastante decente, teniendo en cuenta el nivel donde nos encontramos.

En sus pies no tengo ninguna duda de quien es mejor luchador. Sin embargo, y pese a su raíz de wrestling, nuestro hombre no defiende bien los derribos. No es el primer luchador que no consigue traspasar las nociones de una disciplina a otra, y desde luego que no será el último. Una vez en el suelo es un peleador muy activo, con una constante búsqueda de la sumisión que, como mínimo, puede ayudarle a revertir la posición o volver a sus pies. Esa fragilidad defensiva a la hora de ser derribado es realmente su único punto débil pues sus habilidades me parecen bastante decentes. Es un buen striker, con capacidad para sorprender desde su espalda y una sorprendente agilidad en transiciones a ras del suelo.

Curiosamente, ese punto débil choca de lleno con una de las principales armas ofensivas de Armando Villarreal, lo que justifica su cuota de favorito. Ahora bien, nos encontramos en el show de Dana White, y si algo nos ha demostrado la historia, es que el jefecillo busca luchadores capaces de dejarse la piel, con intercambios frenéticos y sangre en vez de sudor. Villarreal podría derribar a Osbourne y mantenerse en posición dominante a lo largo de tres asaltos sin generar apenas acción. Pero eso iría totalmente en contra de los principios que este show promueve, privando a cualquier atleta que haga caso omiso de una oportunidad en la UFC. Por lo que espero un Villarreal algo más abierto al intercambio, brindando la oportunidad de lucirse al luchador más peligroso.

Es una apuesta arriesgada, pero con las cuotas que se están manejando encuentro cierto valor en la victoria de Ode Osbourne.

Stake 1 - @2.70 Sportium / @2.62 Bet365, William, Betway.