Me voy a meter en el combate principal de la velada que se celebrará esta madrugada en Texas. Combate que enfrenta por un lado a Josh Emmett contra el veterano Jeremy Stephens, en donde voy a buscar la victoria del segundo con unas condiciones especiales. Únicamente nos sirve su victoria por TKO o por decisión.

Nuestro hombre atraviesa un estado de forma excelente. Con más de una década compitiendo en la UFC y 27 peleas como profesionales, pocas cosas pueden sorprender al bueno de Stephens. Pero lo curioso es que a sus 32 años parece haber encontrado su mejor versión. Se ha vuelto más paciente. Ya no lanza todo su potencial en cada golpe como hacía antaño, ahora dosifica mucho su poder sin que esto se vea reflejado en el volumen de sus golpes. Ha desarrollado una imponente patada baja a la tibia del rival y mejorado tanto su grappling como su wrestling, hasta un nivel en donde puede competir con cualquiera. Tres derrotas en sus últimas siete peleas no tiene por qué ser un mal dato. Perdió de manera competitiva ante el actual campeón mundial Max Holloway, el contendiente número uno Frankie Edgar, y un prometedor Renato Moicano por decisión dividida, en una pelea que personalmente creo que debió ganar.

Por el contrario no veo la estrella que muchos ven en Emmett. Me parece un luchador digno de la UFC pero ni mucho menos preparado para asaltar el TOP 10. Tengo la sensación de que estas cuotas vienen muy influenciadas por el golpe perfecto que conectó ante Ricardo Lamas. Dejando de lado esa actuación, sus demás apariciones han distado mucho de lo que se podría esperar del considerado número 4 mundial según los rankings de la UFC. Victoria controvertida ante Jon Tuck y dos actuaciones malas ante Scott Holtzman y Desmond Green, ambos rivales varios peldaños por debajo del nivel de Stephens.

El choque estilístico entre ambos me gusta. Ambos son luchadores dispuestos a intercambiar golpes. Emmett cuenta con una sólida base de wrestling, mucho movimiento y combinaciones simples. Su golpeo se centra más en el boxeo y es raro verle salirse de cualquier ataque básico. Por el contrario Stephens es un striker mucho más diverso. A lo largo de su carrera le hemos visto incluir tanto codos como rodillas a su arsenal, y más recientemente ha hecho de su patada baja un arma capaz de ganar peleas.

El hecho de que este combate se realice a cinco asaltos me da una gran confianza. No veo a Emmett con la regularidad, ni las habilidades necesarias para doblegar a un veterano tan completo a lo largo de 25 minutos. Además, a lo largo de su carrera ha dejado serías muestras de que el cardio no es uno de sus puntos más fuertes. Ante Scott Holtzman y Desmond Green ralentizó notablemente el ritmo a medida que avanzaba la pelea, y eso que fueron peleas en el peso ligero. Aquí vuelve a las 145 libras por lo que el corte de peso debería acentuar esos problemas. En los pesajes se le ha visto algo deteriorado y ante un rival que previsiblemente le hará trabajar con cada acción, me cuesta muchísimo ver a Emmett compitiendo al mejor nivel pasado el tercer asalto.

La principal vía para ganar que le encuentro a nuestro rival es que consiga conectar algún golpe ganador en los primeros compases. Históricamente Stephens ha gozado de una mandíbula de acero que únicamente se ha quebrado una vez en 51 peleas. Si eliminamos ese factor, solo quedaría una posible victoria vía derribos pero no le veo con la energía necesaria para llevar a cabo dicha estrategia a largo plazo.

Sinceramente, me cuesta encontrar áreas en donde Emmett tenga una ventaja significativa sobre nuestro hombre. Mi idea es un inicio competitivo. Stephens controlado en octógono y Emmett empleando mucho movimiento para encontrar espacios. Veo a Stephens claramente preparado para defender los derribos que aparezcas y en sus pies me parece un striker muchísimo más diverso. Así pues, el igualado inicio debería irse transformando paulatinamente en una superioridad de nuestro hombre a medida que avancen los minutos.

Respecto a las características especiales, elimino la submission como método de victoria pues es el más improbable. Stephens no es un luchador al que le guste moverse a ras de la lona. Únicamente tiene dos victorias por esta vía y datan de 2007. Me cuesta imaginar un escenario en donde Stephens goce de posiciones dominantes con posibilidad de finalización. Así mismo, Emmett nunca ha sido sometido y ha pasado tiempo en el suelo con luchadores peligrosos como Felipe Arantes.

Confianza en la victoria de Stephens, probablemente por TKO en los championship rounds una vez que el ritmo de Emmett decaiga. Stake 2.