Después de tanta montaña vuelve la llanura en la parte central de esta fracción y los velocistas sobrevivientes tratarán de aprovechar una de las últimas oportunidades.
Reencuentro para la salida en la bella ciudad de Sulmona, en el valle Peligna, de ilustre pasado testimoniado por la elegante estructura y los edificios históricos y monumentales. Aquí nació Publio Ovidio Nasone, uno de los máximos poetas de la romanidad. Es un dinámico centro con fuerte identidad y tradiciones de las que dan fe varias y activas instituciones y manifestaciones culturales, musicales y artísticas. Un terrible terremoto arrasó en 1706 el patrimonio arquitectónico que le había atribuido a Sulmona el apelativo de "Siena de los Abruzos". Sulmona también es conocida por la antigua y tradicional producción de confites y perdura la tradición de los confites elaborados con sedas y tejidos en múltiples combinaciones de colores
También es excelente la oferta enogastronómica.
Es antigua la presencia de la carrera rosa en Sulmona. En 1911 Corlaita ganó por 7' al francés Petit Breton, en 1925, 8^ etapa Benevento-Sulmona (pues mira…), victoria de Brunero sobre Girardengo, en el ’26 Binda que se repite en el 28.
Inmediatamente después la ascensión de pendientes moderadas hasta el gran premio de montaña de Pian delle Cinque Miglia, la conocida estación turística de Roccaraso, Castel di Sangro, suave subida por Rionero Sannitico, y ya estamos en Molise para entrar luego en Campania, a Capriati a Volturno y recorrer la zona dominada por el macizo del Matese por Alife, Piedimonte Matese, y Gioia Sannitica. Leves desniveles pero nada realmente difícil. Luego Telese Terme, Santa Maria in Strada y, en fin, una primera pasada por Benevento, breve circuito por la ciudad y llegada.
La antigua “Maleventum”, transformada en “Beneventum” por los romanos después de vencer a Pirro, rey de Epiro en el 275 a.C., propone múltiples motivos de interés arquitectónico y cultural, vestigios de su larga historia. Entre estos el arco de Traiano, el Duomo y el anexo Museo diocesano, los restos del teatro romano y el Museo del Sannio. La capital de la orgullosa población del Sannio es recordada por la notable variedad enogastronómica que su territorio propone en abundancia. Es muy conocido el licor Strega, las nueces y otras producciones.
En tema ciclístico la zona cuenta con muchos apasionados, pero el único corredor nativo que ha participado y terminado la carrera rosa, en el lejano 1925, ha sido Giulio Messina, en la categoría "independientes", eufemismo para indicar a los participantes no asistidos por las "casas". Así se llamaban entonces los equipos deportivos. En fin, pobres cristos impulsados por la pasión o estimulados por una esperanza, un sueño que, además de pedalear, debían ocuparse de todo, del alojamiento, los transportes, la comida. Benevento, agradecida, en el centenario de su nacimiento le ha dedicado una plaza cerca del Palasannio.
Los apasionados promotores de la llegada del Giro a Benevento están particularmente interesados en difundir el ciclismo entre los jóvenes. La ciudad ya ha recibido otras conclusiones de etapas; en 2002 el esprint ganador del "gato" australiano Robbie Mc Ewen y, retrocediendo en el tiempo, Giuseppe Saronni en 1978, Roger De Vlaeminck en 1973 que precede al esprint a Gimondi y Merckx donde un perro, a unos doscientos metros de la llegada, rompió con su carrera desenfrenada el corazón del pelotón, por suerte sin graves consecuencias para nadie, ni siquiera para el ágil y suertudo animal. En 1971 otro esprint impresionante con una maxi-caída y victoria del potente cronoman parmense Ercole Gualazzini delante de velocistas de gran valor como Sercu y Basso. Otro esprinter, el corredor de Treviso Adriano Durante, se impone en 1965 y un campeón como Girardengo que en 1925 abrió a lo grande la serie de grandes ganadores de etapas del Giro d'Italia en Benevento.
Etapa clara para una escapada, o para que cavendish vuelva a ganar en el sprint