Una contrarreloj larga, dura, atormentada, con un perfil altimétrico que confirma plenamente estos adjetivos, con dos grandes premios de montaña. Todos los corredores, indistintamente, los pretendientes a la victoria y los demás, deben realizar un gran esfuerzo, sin respiro y prestar una atención constante, sin relajamientos ni pausas. Esta es también la opinión de los que luego serán los protagonistas que, concientes del esfuerzo requerido, se anticiparon a verla y probarla
Para compensar la dureza del recorrido, la extraordinaria belleza de los lugares universalmente reconocidos y apreciados.
La salida es en Sestri Levante, provincia de Génova, conocido centro turístico y climático de la Ribera de Levante asomada a dos característicos y magníficos golfos con nombres apropiados y evocativos: la Bahía de las Fábulas al oeste y la Bahía del Silencio al este. El centro habitado está dispuesto a los pies de un pintoresco promontorio rocoso que divide las aguas entre las dos bahías con un espléndido parque en lo alto. Son varios los edificios de prestigio que surgen en el ámbito de Sestri Levante tanto como las iniciativas culturales y tradicionales. Sestri Levante ofrece también bellas playas y paseos marítimos con bellísimos rincones paisajísticos.
El Giro d'Italia ya ha propuesto aquí tres llegadas: en 1960 Gastone Nencini sobre Van Looy, en el ’62 Graziano Battistini, corredor casi de casa y, en fin, en el reciente 2006, el español Horrach.
El trazado de la contrarreloj se dirige hacia Bracco, y, ya en provincia de La Spezia la superación del puerto del Bracco y el sucesivo paso Guaitarola antes de lanzarse en bajada, bajada técnica como se dice en jerga, para reencontrar el mar en el bello centro de Levanto. Desde aquí la carretera - es la Panorámica (y nunca un nombre más apropiado) de las Cinque Terre - vuelve a subir por el Paso del Termine. Empieza otra bajada que requiere la máxima atención pasando por el cruce de Vernazza, hacia Volastra, el cruce de Manarola y, después de la galería, la llegada en la espléndida Riomaggiore. Sesenta kilómetros o algo más, en un paisaje de fábula como el que ofrece el levante lígure, que exige a los corredores dar el máximo. Un paso obligado, que los protagonistas que pretenden la victoria final deben superarse con absoluta brillantez.
El mar, las playas, las colinas cultivadas con viñedos en "escalera" características terrazas fruto de un duro trabajo, con los olivos, las aldeas de pescadores inmutables y fijas en el tiempo, la peculiar arquitectura de los edificios sacros de estilo genovés, la tranquilidad, el tráfico vehicular prácticamente ausente, el aire, el ambiente, todos estos elementos contribuyen a hacer único, irrepetible y fascinante el territorio de Riomaggiore y de todas las Cinque Terre. Es también de gran calidad la oferta enogastronómica, con vinos (el blanco seco, excelente, así como el conocido sciacchetrà, siempre blanco pero licoroso, de alta graduación), el delicado aceite y otros productos locales.
Las Cinque Terre están formadas por cinco localidades (antiguamente llamadas tierras, lo que dio origen al nombre) comprendida la punta del Mesco al oeste de la de Monesteroli, o Punta Monte Nero, al este. Son Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore.
Muy famoso es el maravilloso camino, cortado en la roca, que une Riomaggiore y Manarola, universalmente conocido como el Camino del Amor.
El nacimiento del Parque Nacional de las Cinque Terre, de la Reserva Marina y el reconocimiento de la UNESCO como patrimonio de la humanidad significan, para las Cinque Terre, una seguridad, una garantía y un estímulo para mantener y preservar este espléndido equilibrio entre naturaleza y cultura.
