El de BMC parece haber alcanzado su madurez como ciclista. Tras muchos segundos puestos y la ausencia de victorias de relumbrón al nivel de su clase, este año ya ha cosechado victoria en Omloop, con Sagan entre otros como competencia, además de una etapa y la general de Tirreno Adriático. Ha sido, además, sexto en Strade y quinto en San Remo, nueva prueba de su facilidad para estar en donde se juegan las habichuelas en escenarios muy diversos.

El belga ya ha demostrado su solvencia sobre el pavé, con victorias en pruebas "menores" y grandes resultados en monumentos como Roubaix y Flandes -tercero en ambas la pasada campaña. Está, por tanto, entre la élite de los corredores en este terreno y se da la circunstancia de que los que le acompañan en este grupo no participarán mañana en A Través de Flandes. Su principal rival, Niki Terpstra, tiene victorias de mayor relumbrón pero es un ciclista menor en comparación y que no tendría opciones en caso de llegar juntos a meta. Los Benoot, Debusschere o Stuyven están lejos de ser de la misma fiabilidad.

Por último, y no queriendo mezclar estos temas, comentar que los difíciles momentos que vive Bélgica, país natal de Van Avermaet y en el que se disputa la prueba, pueden suponer una motivación especial. Los flamencos viven el ciclismo como nadie, y seguro que Greg querrá dar una alegría a los suyos ahora, que lo necesitan más que nunca.