Tras ganar la División Central de la Liga Nacional la temporada pasada, los Cardinals aspiran a repetir la gesta. Para ello, han conseguido mantener prácticamente la totalidad de la plantilla de 2019.
 
En este encuentro, su as, Jack Flaherty, sube al montículo. Durante sus dos temporadas completas en Las Mayores, el diestro de 24 años ha demostrado ser uno de los lanzadores más dominantes. Al actual roster de los Pirates le tiene tomada especialmente bien la medida: en 79 apariciones al plato frente a ellos, ha registrado AVG en contra de solo .194, K% del 20.3%, BB% de solo el 5.1%, wOBA de .243, una velocidad de salida media de los batazos de solo 84.6 MPH, y un ángulo de salida medio de solo 5.2 grados. Además, la ofensiva de los Pirates no representó una amenaza en términos de poder para los lanzadores diestros la temporada pasada, registrando ISO de .162 y un Hard Contact% del 34.2%.
 
Los Pittsburgh Pirates han optado durante este invierno por entrar claramente en un proceso de reconstrucción. Vendieron a Starling Marte a los Diamondbacks a cambio de dos prospectos: el lanzador diestro Brennan Malone y el campocorto Liover Peguero. Asimismo, el jardinero derecho Gregory Polanco y el mejor relevista de los de Pittsburgh, Keone Kela, serán baja para este encuentro; el primero por haber dado positivo en el test de coronavirus, y el segundo por motivos no revelados.
 
Joe Musgrove sube al montículo para los Pirates. En 136 apariciones al plato del actual roster de los Cardinals frente a él, ha registrado AVG de .267, BB% del 11.8%, wOBA de .370, y xwOBA de .381. Además, su rendimiento durante la temporada pasada fue bastante discreto, con ERA de 4.44, WHIP de 1.22, y una debilidad más que evidente frente a bateadores zurdos, ante los que toleró AVG en contra de .270, wOBA de .334, FIP de 4.17 y xFIP de 4.30.
 
Por todo lo comentado, considero que el Hándicap Asiático -1.5 favorable a los Cardinals, a cuota 2.00, es lo suficientemente interesante como para invertir un Stake medio [2].
 
¡Suerte a quien lo siga!  

- STL: Este año han decidido desde la gerencia continuar con el buen hacer de la temporada pasada: mismo entrenador (Mike Shildt) y prácticamente mismo bloque en el diamante. Porque es sabido que en la franquicia del medio este no son dados a cambios radicales ni a darle la vuelta completa a su roster. Prefieren ir ajustándolo temporada tras temporada con pequeñas ventas y compras, aderezadas con algunas de las perlas de su cantera, la punta de lanza desde hace más de una década. Aun así, y visto desde fuera como aficionados que somos, nos parece que algo más podrían haber hecho durante el invierno por conseguir esas piezas que redondearan todo y les llevasen a disputar con garantías la serie del año y no ser eliminados con un 0 en el casillero, como ocurrió contra los de la capital del estado. Sobre todo viendo como una ficha importante de la rotación como era Michael Wacha se fue a los Mets.

- PIT: En la actualidad, ser un pirata se ha convertido en una acción insurgente ante el béisbol y, probablemente, ante la propia vida, quedando esta expuesta emocionalmente a las decisiones de despacho de una franquicia absolutamente abocada a la reconstrucción permanente. Y es que para esta nueva temporada 2020, los Pittsburgh Pirates presentan un panorama más desolador, si cabe, que el del pasado curso, donde apenas se consiguieron 69 victorias. Sin embargo, lo más desolador de la pasada temporada no fue tan siquiera ese escaso número de victorias. Sin duda alguna, los episodios más oscuros de la campaña 2019 están protagonizados por la extensa marcha de jugadores emblema de los últimos años, tales como Francisco Cervelli o Starling Marte, así como por perturbadores sucesos como los de Felipe Vázquez, quien fue acusado de delitos sexuales, o las múltiples peleas de vestuario que acabaron saliendo a la luz pública.