Segundo partido de los cuartos de final por el ascenso a la Leb Oro que enfrentará en el pabellón Javier Imbroda al Melilla Baloncesto y al Club Baloncesto Carramimbre Valladolid. Sorpresa o no tan sorpresa la serie marcha 0-1 a favor de Valladolid, en todas las quinielas una de las cenicientas aunque creo que no tanto como se esperaban. Esperé el primer partido de esta serie, porque Melilla es de los equipos más "trolls" que hay y ha habido en esta liga, es capaz de lo peor y de lo mejor, lo mismo en resultados que su baloncesto, pero una cosa es clara que tienen el dinero por castigo y que este equipo vuelve a ser de los más caritos de la liga y me costaría muy mucho ver un 0-2 en el marcador de la serie, de hecho seria algo muy complicado de remontar en el Pisuerga, un fiasco de dimensiones mayúsculas y quizás la gota que colme el vaso de Alcoba, cuyo desarrollo baloncestístico ha estado marcado por el alto nivel de las plantillas que ha conseguido entrenar, en otro equipo habría que verlo...

Valladolid ganó sí, pero hay que recordar que Melilla dominó los dos primeros cuartos de una manera hasta arrolladora en algunas fases de esa primera parte. Después llegaron los ajustes de Paco García por parte del Valladolid y entonces es cuando a Melilla y a Alcoba se le acabaron las ideas y no volvieron a encontrar ni el ritmo ni el dinamismo, siendo superados en intensidad por los pucelanos. Valladolid no es un equipo de alta calidad, no nos engañemos no lo es, pero tiene un gran entrenador y tiene a todos los jugadores metidos en partido dando una intensidad tremenda a los partidos, nunca bajan los brazos y su baloncesto de contacto suele ser odioso cuando te enfrentas a él, además hay que sumar a eso que en el primer partido tuvieron un acierto exterior muy superior a lo normal que los mantuvo y los ayudó a llevarse el partido al final, otra cosa que me llamó la atención es que Paco García terminó por usar una rotación muy corta de hombres de confianza con 5 jugadores por encima de 30 minutos, pudiera pasar factura en un segundo partido tan cercano y con la tensión propia de los playoffs.

Por su parte Melilla vuelve a contar con todo el plantel disponible, ¡y que plantel!. Quizás unos de los mejores tridentes exteriores de la competición, sino el mejor con Franch, Agada y Urtasun donde los dos nacionales estuvieron muy irrelevantes y seguramente tengan que subir sus prestaciones en este partido, capacidad tienen para ello, además esa bateria exterior se completa con Gilling y en menor medida Rubio y Marín, algo corta es verdad pero cuenta con 4 jugadores capaces de anotar por encima de 10 puntos con facilidad. En el interior con el fichaje de Gjuroski completa una rotación de muchos quilates junto con Dos Anjos, Balaban y Vucetic, dinamita y fuerza más que suficiente para hacer daño a los De la Fuente y compañia y con capacidad para generar juego y compensarlo con el exterior. Si que es verdad que Melilla es un mar de dudas para la predicción, al menos la defensa es bastante segura y en ataque clase tienen de sobra para jugar con fluídez, sólo hace falta una regularidad y algo más de acierto en el tiro exterior en el que no estuvieron nada finos los melillenses.

Por tanto, un segundo partido en el que Melilla tiene que salir a morder desde el minuto uno y mantener la intensdiad ante un equipo cuyo máximo exponente es precisamente la intensidad. Por calidad y localía no habría dudas de que Melilla debería ser incluso más favorito, pero necesita regularidad ofensiva y mantener concentración en la defensa, sin creerse ganadores del partido antes de que se cumplan los 40 minutos. En liga regular Melilla ha conseguido ganar los dos partidos a Valladolid por más de cinco puntos y en mucho minutos del primer partido de esta serie fue con ventajas que en algún momento rozó casi la veintena, después pasó lo que pasó que perdió de 2, pero si logra mantener cierta regularidad y estar algo más finos tendría que poner el 1-1, porque lo contrario sería decir que la temporada de Melilla hubiera sido desilusionante, aunque siempre logra meterse en las semifinales y final por el ascenso.

Vamos a por el verde.