Partido correspondiente a la vigesimonovena jornada de la Leb Oro que enfrentará en el Palacio de los Deportes de Huesca al Peñas Huesca frente al Liberbank Oviedo. Huesca está dando en estos últimos partidos una de cal y otra de arena, como hemos podido incluso vivir en carne propia, ahora mismo está fuera de los playoffs en la décima posición con un balance de 15-13. Mientras que el Oviedo está en un momento de forma realmente alto que le ha catapultado hasta la segunda plaza de la clasificación con un balance de 19-9, después de ganar en la complicada pista del TAU y a un siempre correoso Lleida.

Huesca viene en una dinñamica algo extraña, quizás como señala Sutter se está dejando llevar y eso se está notando especialmente en los partidos jugados lejos del Palacio, pero incluso esa falta de regularidad debería pasar factura en los partidos en casa y sobre todo frente a rivales de entidad, como es este Oviedo. El equipo indudablemente ha notado la marcha de Austikalnis, ya que con la llegada de Opong las rotaciones son diferentes y no son jugadores de características similares ni mucho menos. Malisima sensación dió el equipo en Barcelona, donde no consiguieron llevar el encuentro a su ritmo y dejaron que Barcelona dominara el ritmo del partido y consiguieran encontrar buenas posiciones para los tiros exteriores. Por otra parte hay quizás una bajada del rendimiento en jugadores claves como Haws, Johnson o Hartwich que han perdido esa presencia casi constantes que han tenido durante un tramo de la temporada, por otra parte Gjuroski y Nurger siguen a un nivel más que interesante, pero el equipo sigue sufriendo en la posición de 4 defensivamente y si Oviedo logra encontrar esa debilidad puede hacer daño tanto en el poste con Rolandas como circulando el balón hacia sus exteriores.

Oviedo llega en un momento de forma increíble, sin lesionados y con los nuevos fichajes estamos hablando de una plantilla tremendamente larga con mucha capacidad de anotación y que si además tiene jugadores en el banquillo para aguantar el ritmo defensivo es uno de los candidatos a dar un susto a algunos de los aspirantes al ascenso, por ejemplo a Bilbao. Oviedo tiene ahora mismo un roster tremendamente compensado en las dos baterias de jugadores, durante todo el año ha logrado ser un peligro constante desde el triple con Ahonen, Geks, Victor, Llorente o incluso Meana, además la incorporación de los 3-4 Douvier y Spieth han dado mucha consistencia en la posición de alero, sobre todo, aunque puedan jugar como 4 abiertos y tengan una alta capacidad reboteadora. Por dentro la pareja de marras de todo el año, Artega-Jakstas, dos pivots fuertes con buena mano y que saben manejar al equipo desde el poste bajo, han tenido un año libre de lesiones y posiblemente sean una de las parejas interiores más dominantes y que más aporten de la liga, además la rotación de otro pívot de tremendo físico y rebote como Van Zengeren y algunas gotitas de Rosa más la ayuda de sus aleros, hace que Oviedo tenga muy bien cubiertas esas posiciones interiores y casi todas en definitiva.

Por tanto, dos equipos en dinámicas diferentes, Huesca parece reaccionar cuando juega en el palacio, pero hay que recordar que el último jugó contra Canoe sin Tyson y que frente a Melilla si que compitió aunque terminó perdiendo por la mínima, si nos vamos más atras equipos como Palencia o Bilbao también han conseguido la victoria en el Palacio, por lo que sólo han conseguido sacar adelante un partido de local en estos últimos 4 frente a un rival luchando por la permanencia y sin su máxima estrella. Oviedo con un nivel de juego alto en ambas canchas y con todos los jugadores a disposición del técnico, que cuenta con una rotación de garantías para mantener intensidad durante los 40 minutos y sobre todo superior en la posición de 4 y en el base, donde puede haber situaciones de superioridad que los exteriores o el propio Arteaga en el cinco son capaces de aprovechar. En el partido de la primera vuelta ya ganó Oviedo y eso que Huesca estaba mejor por 73-58.

Vamos a por el verde.