Liga española.

Vigésimo octava jornada.

Partido entre el Las Palmas y el Vila-Real.

El pronóstico es que hay menos de dos tarjetas amarillas en la primera parte. Una a lo sumo pues.

Volvemos a ir con esta apuesta en un partido de Vicandi. La cojo, ahora, en WH pues ando entre paellas y petardos no pudiendo estar muy atento a cuando salga en bwin. Desde luego, si la cuota de dicha bookie os parece atractiva no dudéis en jugarla allí.

Tienen ustedes también el under 45 puntos a una magnífica @2.0 pero prefiero publicar la presente apuesta dadas las magníficas estadísticas del colegiado vasco en los primeros cuarenta y cinco minutos. Las relativas al partido completo tampoco son nada malas, por eso.

Partido entre dos equipos jugones que no destacan precisamente por lo de la práctica del juego duro sino que más bien todo lo contrario, especialmente el conjunto groguet.

Y comenzamos por la principal razón del pronóstico. El señor colegiado será, Dios mediante, el vasco Vicandi Garrido. Iñaki. Buen árbitro en mi opinión y lo que más nos interesa, muy poco amigo de echarse la mano al bolsillo. En las primeras partes suele contemporizar mucho y nos dio buenas pruebas (y un magnífico verde) el otro día en Mestalla en el partido ante el Leganés.

Ya fue el campeón de las pocas tarjetas el año pasado con una media inferior a la línea de hoy y va por el mismo camino en esta campaña 2016-2017. Ha dirigido trece partidos con cuarenta y ocho amarillas mostradas, una doble amarilla y dos rojas directas. En Copa del Rey también ha arbitrado un par de eliminatorias mostrando únicamente tres tarjetas amarillas en ellos. Evidentemente, se trata de la menor media tarjetera de entre todos sus compañeros con las cuatro cartulinas promedio.

Pero a lo que íbamos de los primeros cuarenta y cinco minutos. De esos trece partidos arbitrados solo en dos de ellos habríamos pintado de rojo esta apuesta. Únicamente dos rojos. Incluso en alguno de ellos con expulsados y muchas tarjetas habría sido verde. Por ejemplo, en Vila-Real donde expulsó a Soriano y solo mostró una amarilla en la primera parte. O, como decíamos, en el mismo Valencia-Leganés del otro día donde acabó el Lega con diez y hubo siete tarjetas en toal. En sus otros diez partidos, donde no ha habido rojas, nueve verdes salvo en el 2-4 de Mestalla ante Las Palmas en agosto estival. Hasta en cinco ocasiones con cero amarillas e incluso en partidos con cinco amarillas finales, como el Real Madrid-Granada o el Granada-Sporting de Gijón, habríamos pintado de verde el pronóstico. Magnífico once de trece.

En el asunto de las amonestaciones el Vila-Real es el tercero por la cola. Tras Atlético de Madrid y Barça, el que menos ve con 59 tarjetas en los veintisiete partidos disputados. Ya digo que mayormente se trata de un equipo formado por jugadores de toque y con calidad que evitan el juego brusco. Tres veces ha pitado ya Iñaki al conjunto azulejero en esta campaña y tres verdes.

El conjunto canario se sitúa en la media tabla tarjetera con 79 tarjetas en las veintisiete jornadas. Una media no muy elevada y que, como es habitual, desciende considerablemente en el estadio insular. Ello nos viene muy bien pues también resulta normal que al equipo de casa se le muestren menos tarjetas. Solo ha pitadi Vikandi el Valencia-Las Palmas de la primera jornada y Boateng nos habría estropeado el verde en el descuento.

El partido en sí tiene su importancia pero relativa. Inmerso en tierra de nadie el conjunto canario tiene tan imposible lo de Europa como lo del descenso. Los treinta y dos puntos con los que cuenta ya deberían ser salvadores y, en todo caso, podría pensar en el milagro de la séptima plaza. El Vila-Real es quinto con cuarenta y ocho puntos, aspirante a la cuarta plaza CL y también pensando, como mal menor, en conservar la plaza que ahora tiene en la UEL.

Stake 2.

¡¡Sort!!