El Teramo es el tercer mejor local del torneo y es el segundo equipo que mas goles ha marcado en casa. Ha ganado 5 de los 7 partidos jugados como local donde han marcado 17 goles, lo que hace una media de 2.4 goles anotados por partido.
El San Marino Calcio ha perdido 4 de los 7 partidos jugados como visitante. En esos 7 encuentros han marcado 6 goles, lo que hace una media de 0.8 goles anotados por partido.
Como vemos, se enfrentan un equipo que marcas muchos goles como local contra otro que marca muy pocos goles como visitante.
Además, el Teramo ha ganado 3 de los 4 únicos enfrentamientos entre estos equipos en casa del Teramo (G3 E1).
Clásico texano con Dallas como underdog en casa. Houston llega fuerte pero en back-to-back, lo que equilibra el desgaste. Mavs necesitan precisión ofensiva, menos pérdidas y dominar el ritmo para evitar que la energía defensiva de Houston los ahogue. En casa, Dallas suele competir mejor y rara vez queda fuera temprano del partido. Rockets intentará imponer físico y presión, pero el contexto favorece una derrota corta o un final apretado. El +6.5 ofrece colchón ideal para un duelo intenso y disputado.
Minnesota se fortalece desde la defensa y su dominio interior, pero los Clippers, pese a su irregularidad, cuentan con talento suficiente para evitar una derrota amplia. Con ambos equipos en contextos exigentes, LAC buscará ritmo controlado, atacar desde el uno contra uno y castigar desde el perímetro. Wolves tienen ventaja estructural, pero tienden a gestionar leads sin acelerar. Eso abre espacio para que los Clippers mantengan competitividad y eviten una caída abultada dentro de un partido más táctico que eléctrico.
Miami, en back-to-back, apuesta a un ritmo pausado y defensivo bajo el mando de Spoelstra. Sacramento llega sin Sabonis, reduciendo su producción interior y obligándolos a depender más del perímetro. Ambos factores apuntan a un partido menos fluido: Heat intentará bajar posesiones, limitar transiciones y castigar el cansancio con disciplina táctica. Kings necesitará mucha eficiencia exterior para sostenerse, pero sin su eje ofensivo el juego pierde fluidez. Todo indica un marcador más controlado que explosivo
Detroit llega como favorito amplio, pero Milwaukee, pese a sus bajas, mantiene estructura y experiencia para competir. Los Pistons intentarán correr y castigar con energía joven, mientras que los Bucks buscarán ralentizar el juego, proteger la pintura y aprovechar su tiro exterior para mantenerse cerca. Aunque Detroit es más sólido, Milwaukee rara vez se desploma por grandes diferencias, lo que convierte el hándicap largo en un colchón estratégico en un partido donde el ritmo será más físico que veloz.
Cleveland recibe a unos Warriors debilitados sin su referente ofensivo principal. Los Cavs buscarán imponer su defensa, reducir el ritmo y forzar ataques largos para desgastar a un Golden State menos explosivo sin su estrella. La pintura será clave: si Mobley domina el rebote y Cleveland controla el pace, el partido se volverá más táctico que veloz. Warriors dependerá del tiro exterior, pero la consistencia defensiva de los Cavs sugiere un duelo trabado y de anotación moderada.
Con Tari Eason y Steven Adams fuera, y Sengun como duda, Amen tiene un escenario enorme para capturar rebotes. Sin Eason ha superado esta línea en 8 de 9 partidos con 8.8 por noche y 15 oportunidades de rebote, cifra que crece aún más sin Adams, donde está 3/3 al over con 10.7 rebotes y 17 chances. Cuando ambos están fuera, promedia 11 rebotes con 15 oportunidades, superando esta línea con mucha holgura. Además, es de los jugadores que más se beneficia en Houston a nivel on/off, con un aumento del 13% en su tasa de rebote.
El matchup también le favorece: Dallas ha sufrido mucho en el rebote frente a exteriores, permitiendo el 3º mayor número a PGs y el 7º general en los últimos siete partidos, y perfiles similares al suyo han superado sus líneas con un rendimiento muy positivo.
Nos vamos a la liga boliviana donde parece en casi todos los partidos hay fiesta y veamos que se está disputando uno en este momento donde hay más de 10 goles, pero en el que no referimos podemos observar que los locales son muy superiores a los visitantes y viendo que él Tomayapo que es bastante inferior al local de hoy le metido hace un mes seis al Wilstwemann (6-1)y me imagino que hoy veremos un resultado similar con más de seis goles
Vlachodimos llega a este partido en una dinámica que invita al optimismo para la apuesta de que hará 3 o más paradas. El portero griego está siendo uno de los jugadores más exigidos del Sevilla esta temporada, con una media superior a las 4 paradas por encuentro, y esto no es casualidad: el equipo concede llegadas, sufre atrás y sigue arrastrando bajas importantes en defensa, lo que obliga al guardameta a intervenir con frecuencia. El propio contexto del Sevilla, irregular y frágil en campo propio, refuerza la idea de que en Mestalla volverá a tener trabajo.
Por el lado del Valencia, hablamos de un equipo que en casa acostumbra a generar ocasiones suficientes como para exigir al portero rival. El antecedente directo de su último enfrentamiento es un buen indicador: en abril Valencia registró seis tiros a puerta frente al Sevilla, lo que en aquel partido obligó al portero visitante a realizar múltiples intervenciones. El estilo del Valencia —centros laterales, disparos desde media distancia y un ritmo alto en Mestalla— suele traducirse en remates que, aunque no siempre peligrosos, sí terminan entre los tres palos y suman para la estadística del portero.
Ambos equipos llegan necesitados. El Valencia arrastra una mala racha de victorias y busca en casa un punto de inflexión, lo que normalmente se traduce en más iniciativa ofensiva. El Sevilla, por su parte, no está en un mejor momento: defensivamente concede y sufre pérdidas que acaban en tiros claros del rival. Esa combinación —Valencia empujando y Sevilla defendiéndose como puede— suele ser ideal para la línea de paradas del guardameta sevillista. Con que el partido mantenga un ritmo medio-alto y el Valencia genere 4–5 tiros entre palos, algo perfectamente plausible, Vlachodimos tendría serias opciones de superar las 3 intervenciones.
Mi lectura es que es una apuesta razonable y con valor. Si el guion del encuentro es el esperado —un Valencia necesitado, proponiendo más y obligando al Sevilla a replegar— el portero griego debería estar en acción. No es una línea inflada: está en el rango natural de sus cifras recientes y en consonancia con lo que suele permitir el Sevilla. Para mí, el escenario más probable lo sitúa entre 3 y 5 paradas, con buenas opciones de que la apuesta se cumpla si el Valencia no se bloquea ofensivamente.
Vlachodimos llega a este partido en una dinámica que invita al optimismo para la apuesta de que hará 3 o más paradas. El portero griego está siendo uno de los jugadores más exigidos del Sevilla esta temporada, con una media superior a las 4 paradas por encuentro, y esto no es casualidad: el equipo concede llegadas, sufre atrás y sigue arrastrando bajas importantes en defensa, lo que obliga al guardameta a intervenir con frecuencia. El propio contexto del Sevilla, irregular y frágil en campo propio, refuerza la idea de que en Mestalla volverá a tener trabajo.
Por el lado del Valencia, hablamos de un equipo que en casa acostumbra a generar ocasiones suficientes como para exigir al portero rival. El antecedente directo de su último enfrentamiento es un buen indicador: en abril Valencia registró seis tiros a puerta frente al Sevilla, lo que en aquel partido obligó al portero visitante a realizar múltiples intervenciones. El estilo del Valencia —centros laterales, disparos desde media distancia y un ritmo alto en Mestalla— suele traducirse en remates que, aunque no siempre peligrosos, sí terminan entre los tres palos y suman para la estadística del portero.
Ambos equipos llegan necesitados. El Valencia arrastra una mala racha de victorias y busca en casa un punto de inflexión, lo que normalmente se traduce en más iniciativa ofensiva. El Sevilla, por su parte, no está en un mejor momento: defensivamente concede y sufre pérdidas que acaban en tiros claros del rival. Esa combinación —Valencia empujando y Sevilla defendiéndose como puede— suele ser ideal para la línea de paradas del guardameta sevillista. Con que el partido mantenga un ritmo medio-alto y el Valencia genere 4–5 tiros entre palos, algo perfectamente plausible, Vlachodimos tendría serias opciones de superar las 3 intervenciones.
Mi lectura es que es una apuesta razonable y con valor. Si el guion del encuentro es el esperado —un Valencia necesitado, proponiendo más y obligando al Sevilla a replegar— el portero griego debería estar en acción. No es una línea inflada: está en el rango natural de sus cifras recientes y en consonancia con lo que suele permitir el Sevilla. Para mí, el escenario más probable lo sitúa entre 3 y 5 paradas, con buenas opciones de que la apuesta se cumpla si el Valencia no se bloquea ofensivamente.
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