Tengo una pequeña teoría y es que un equipo español que no sea el Barça o el Madrid después de jugar competición europea, el siguiente partido además de ser más complicado como todos sabemos, suele ver muchas más tarjetas de lo normal. En el caso del Levante esta temporada, esto se ha cumplido tras 3 de sus 4 partidos de Europa League:
Tras ganar al Motherwell 0-2 recibió 7 y una roja frente a Valladolid, tras volver a vencer al Motherwell 1-0 recibió 5 y una roja frente al Espanyol, tras vencer al Helsingborg sólo recibió 2 frente a la Real, y tras perder frente al Hannover recibió 5 frente al Valencia, por lo que vemos que en 3 de las 4 ocasiones ha salido muy fácil y en la otra no ha salido por muy poco.
El Levante es un equipo ya de por sí tarjetero, que el año pasado promedió 3.15 amarillas por partido, muy por encima de lo que nos ofrece la línea, y este año aún está superando su marca con 4.13 amarillas por partido.
De árbitro tenemos a Iglesias Villanueva, que esta temporada en 4 partidos lleva ya 29 amarillas, y la pasada promedió 6,01. Lo curioso es que parece que el colegiado gallego tenga algún tipo de manía a los levantinos, puesto que en 11 partidos que les ha dirigido, les ha mostrado 51 tarjetas amarillas, vamos, que casi 5 por partido, por lo que creo que es una cuota buena porque puede salir muy sobrada y estar pintada de verde poco después del descanso y acabar con 4 o 5 amarillas para los granotas, y en el caso de salir rojo, creo que irá muy justita, dudo que el Levante no reciba ninguna amarilla o una, y creo que hay muchas más probabilidades de que reciba 3 o más a 2 o menos.