El Stoke no está siendo ni un equipo regular ni un equipo sólido en casa, algo poco habitual en el equipo de las Midlands, pero tras un inicio muy malo de temporada han recuperado y, aunque siguen sin regular sus resultados, han conseguido 12 puntos de los últimos 18 posibles, lo cual no está nada mal.

En casa, en el Britannia, tienen un récord de 2 victorias, 1 empate y 3 derrotas, y en el último encuentro jugado en casa decepcionaron perdiendo 0-1 ante el Bournemouth, pero hoy ante el Burnley tienen el rival ideal para mejorar su récord en casa, y es que el Burnley es de lejos el peor visitante de la Premier League.

Los Clarets son un equipo muy distinto cuando juega en casa y cuando juega fuera de casa. En Turf Moor son un equipo duro, rocoso y muy difícil de batir, pero que además tienen algo de gol. Fuera de casa no tienen ni la solidez defensiva ni el gol. Tienen un pobre récord de 1 empate y 4 derrotas fuera de casa, y de hecho su última salida fue el contundente 4-0 que encajaron a manos del WBA, un equipo que mucho gol no es que tenga.

Los Potters tienen varias bajas importantes como en portería Butland y luego Afellay y Bardsley, con las dudas de Shawcross y Whelan, pero aún y así el núcleo del equipo está, y los hombres que deberían de marcar las diferencias como Arnautovic y Shaqiri están sanos para el encuentro.

En el resto de casas la cuota no llega al 1.60 y aquí la tenemos a 1.70, por lo que merece la pena en confiar en los Potters de Hughes ante el peor visitante de la liga, que aún no conoce la victoria fuera de casa.