Me gusta mucho este partido. Me llama la atención esta cuota. El Barcelona tiene un partido poco menos que complicado esta semana en la Champions y, dados los acontecimientos de los últimos días, necesitan 'lavarse la carita con agua y con jabón' de la manera más eficiente posible para dar el golpe de autoridad.
La manera más eficiente de planificar la jornada de mitad de semana es, sin dudas, comenzar ganando desde el primer minuto en Gijón. No está Messi, y eso podría ser un problema. Sin embargo, estuve intentando fingir pensar como Luis Enrique, y noté que si Paco Alcácer ocupa el lugar de 'Lucho' Suárez, y el mismo '9' uruguayo ocupa el lugar de Messi, la fiesta está garantizada. Algo así como Resacón en Las Vegas. ¿O no?
Para todos es sabido que Luis Enrique tiene una debilidad muy grande con el Sporting de Gijón. Se considera un hincha a morir, y es socio del club. Dice que todavía guarda su mantita del Sporting bajo la almohada de los hoteles a los que llega. Vayan ustedes a saber si es así, o no.
Pero...
El Sporting también tiene una debilidad por Luis Enrique. Y no sé si está es más grande que la primera. Uno de sus hijos queridos tiene que dirigir un importante partido de competencia europea entre semana. ¿Es correcto hacerle la vida imposible mordiendo cada pelota como lobos hambrientos por 45 o 90 minutos? ¡No! No lo es. Y no tengo dudas de que eso no ocurrirá.
¿Recuerdan ese último partido de Liga de Marcelino con el Villarreal? ¿Recuerdan esa 'debilidad'? Pues, creo que algo como eso vamos a ver en este maravilloso día de fútbol.
¡Soberanos! ¡Libremos esta batalla de greenpicks!
NOTA IMPORTANTE: no soy propietario de la ficha de ninguno de los jugadores participantes ni accionista mayoritario de alguno de los equipos. Por tanto, lo que ocurra en los partidos es responsabilidad de sus protagonistas, y nunca debe ser un motivo para agredir, insultar o denigrar la actividad de un tipster, sea quien sea. El trabajo de preparación de un pick tiene valor en sí mismo, en ese trabajo. El resultado, que puede ser verde, azul o rojo, escapa de la responsabilidad del 'chico que predice' y es sólo una sucesión de eventos aleatorios que arrojan un resultado final. ¡Evitemos la intolerancia y fomentemos el trabajo en equipo!
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