No me puedo quedar sin probar esta apasionante cuota que nos ofrecen por la victoria mediante finalización del pequeño de los hermanos Pettis.

“The phenom” aterrizó en la UFC como un pipiolo con un aura de futura estrella mundial. Su juventud, perspicacia y, fundamentalmente, que su hermano Anthony fuera campeón por aquella época, elevaron la esfera de Sergio hasta puntos inimaginables, lo que personalmente creo que mermó su evolución. Con el paso del tiempo, las derrotas se empezaron a suceder y los medios de comunicación perdieron interés en su historia.

Pero nada más lejos de la realidad, Pettis atesora una calidad innegable. Parece mentira dado que llevamos años y años viéndole poblar las carteleras de la UFC, pero en verdad cumplió 26 años el mes pasado. Su margen de mejora es enorme.

Desde su llegada a la compañía más grande de artes marciales mixtas sus progresos han sido más que evidentes. A medida que iba ganando experiencia, ha ido reduciendo el empleo de todo ese arsenal de patadas giratorias que le brindan su base de taekwondo. Ha aprendido a competir desde ambas estancias, centrando su ofensiva un poco más sobre el boxeo. Las oportunidades que conceden combinaciones fluidas le han permitido implementar su extraordinario pateo de una manera más segura. Así mismo, a ras del suelo ha evolucionado, especialmente en el área defensiva donde tendía a exponer su espalda en demasiadas ocasiones. Actualmente, sigue teniendo los mismos problemas que antaño, sufriendo ante wrestlers o luchadores capaces de ejercer una presión asfixiante. Pero en cambio, ha fortalecido sus puntos fuertes, convirtiéndose en un luchador brillante técnicamente.

No son pocas las derrotas que ha sufrido en la UFC, pero no debemos olvidar que Sergio se ha enfrentado a lo mejor que las 125 libras le pueden ofrecer, sabiendo competir ante todos ellos. Sin ir más lejos, tuvo sus momentos ante todo un héroe actual como Henry Cejudo, y fue capaz de ganarle una competitiva decisión a Joseph Benavidez.

Su rival de esta noche es un drástico bajón en cuanto al nivel de competición se refiere. Tyson Nam nunca me ha enamorado. Ofensivamente es un luchador peligroso. Tiene mucho poder para tratarse de un peso mosca, y su golpeo cuenta con herramientas versátiles. Curiosamente, los dos momentos que enaltecen su carrera son impresionantes KOs salidos de la nada ante Eduardo Dantas y Ali Bagautinov. Pero lejos de algunos detalles, no creo que podamos poner a Nam al mismo nivel que su rival de hoy. Es una persona físicamente débil, incluso para esta división, destinada a sufrir en los compases cuerpo a cuerpo. A ras del suelo sabe defenderse, pero ofensivamente cuenta con muy pocas herramienta y le cuesta una barbaridad volver a sus pies una vez que el rival ha logrado una posición dominante. Por si fuera poco, en determinados combates le hemos visto congelarse ante rivales técnicamente superiores, basando toda su ofensiva en encontrar ese gran golpe que decante la balanza.

Evidentemente, Pettis nunca ha sido un gran finalizador, de ahí la cuota que nos encontramos. Pero creo que se encuentra varios peldaños por encima de Nam. Su juego de pies y la endiablada velocidad que puede imponer a su ataque, unido a una significativa ventaja en cuanto a grappling, me hacen ver con bueno ojos sus posibilidades de finalización.

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