No me enamora esta cuota, pero creo tener una buena lectura de este emparejamiento por lo que me siento cómodo probando la victoria del estadounidense James Krause.

Los motivos pasan por dos aspectos. El primero es un lay a Claudio Silva. Que no se me interprete mal. Creo que es un fantástico luchador, pero su cuota actual viene influenciada por una excelente racha con ciertos matices. El luchador brasileño es un grappler magistral. Tiene un extraordinario control posicional, así como una técnica pulcra y depurada. Una vez a ras de la lona, entramos en su mundo. Se siente cómodo y contento con trabajar con cualquier posición desde el suelo. Y todo esto teniendo en cuenta que la falta de gi merma enormemente sus capacidades globales. Sin embargo, tiene ciertos problemas para trasladar la pelea a este ambiente.

En sus pies utiliza un estilo ciertamente agresivo, con constantes fintas y avance rápido en aras de acortar posiciones. Pero cuando es capaz de engancharse con el rival, le falta ese punto de explosividad o maña para poder derribar a sus rivales. Su golpeo es bastante mejorable. Mantiene a menudo sus manos abajo, se expone en exceso en busca de esos takedowns, y carece del volumen o el cardio necesario para ganar una decisión a ojos de los jueces en un intercambio de golpes. Básicamente, creo que todas sus opciones pasan por llevar esta pelea al suelo de manera constante y contundente.
En nuestro hombre, James Krause, encontramos un atleta que puede causar muchos problemas al estilo de juego que trae Silva consigo. El americano es uno de esos luchadores con muy poquitas debilidades, pero que desafortunadamente no destaca de manera brillante en ningún área, lo que dificulta sus probabilidades ante la elite de la división. Eso le convierte en los famosos “gatekeeper”, peleadores completos, competitivos y con una vasta experiencia, que siempre andan un pasito por detrás de los nombres reconocibles.

Lo que más me atrae de este emparejamiento es las veces que hemos visto a Krause en situaciones similares. Durante los últimos años ha enfrentado a varios grapplers puros con muy buenos resultados en el proceso. Sergio Moraes o Warlley Alves no tienen absolutamente nada que envidiar al juego de suelo de su rival esta madrugada. Y ambos fueron dominados por nuestro hombre. Krause tiene una confianza plena en su grappling, y ya ha demostrado que es capaz de defenderse y lidiar con grandes amenazas en este campo. Desde su subida a las 170 libras ha mejorado sustancialmente su tanque de gas, y ese estilo enfocado a ganar rounds a base de volumen y takedowns efectivos le ha brindado grandes beneficios.

Nos encontramos ante el clásico emparejamiento de striker vs grappler. Personalmente, creo que Krause es muy capaz de competir con el bueno de Silva a ras de la lona. Mientras que, como kickboxer natural, cuenta con una amplia ventaja en el intercambio de golpes. Constante movimiento, jabs para mantener las distancias y selección de golpes pueden ser las herramientas perfectas para sacar adelante esta pelea. Evidentemente, los compases a ras del suelo siempre van a entrañar algo de peligro dadas las habilidades del rival. Pero en líneas generales, veo a Krause como el luchador más versátil ante un emparejamiento ligeramente favorable.
 

Duelo entre jóvenes prospectos que medirán sus habilidades durante las preliminares de esta descafeinada cartelera.

Por un lado tenemos al francés Fares Ziam. Luchador servicial, sin grandes fisuras en su juego, pero bajo mi punto de vista sus habilidades son algo rudimentarias para competir con la elite. Su punto fuerte son las distancias largas. Tiene un excelente pateo y la capacidad de sorprender a propios y extraños con ofensivas dignas de película. Sin embargo, pocas cosas en su juego lucen limpias y fluidas. Su juego de pies anda algo estancado. Apenas ofrece amagos, es un golpeo ciertamente unidireccional, por lo que en ciertos tramos se vuelve predecible. Por si fuera poco, se expone en exceso durante sus acometidas, lo que deja entrever numerosos espacios por donde ser castigado.

A ras del suelo no hay mucho que comentar. Ziam prefiere el intercambio de golpes. Su wrestling hasta la fecha ha sido meramente anecdótico. Rara vez ha echado mano de él salvo algún que otro intercambio de nivel en transiciones rápidas. Dados los vulgares recursos que ha ofrecido en esta faceta, me cuesta verle derribando y manteniendo en el suelo a cualquier rival decente por periodos largos de tiempo.

Por el otro lado, encontramos a Jamie Mullarkey, luchador mucho mejor de lo que su debut demostró. Tuvo la ardua tarea de enfrentarse a Brad Riddell, atleta australiano muy completo que viene pisando fuerte. Pero lejos de lo que aquella actuación pueda hacernos creer, Mullarkey es un peleador decente. Cuenta con un excelente boxeo aplicado a las artes marciales. Sabe medir las distancias y mezclar la zona abdominal dentro de sus combinaciones. Todo ello apoyado por fintas y un movimiento de cabeza bastante sólidos para tratarse de un atleta cuyas primeras nociones fueron de wreslting. Al igual que su contrincante, defensivamente deja que desear. Especialmente cuando se siente cómodo y empieza a encadenar combinaciones, olvidado por completo que el oponente también responde.

Creo que la clave de este emparejamiento pasa por los estilos de golpeo que aportan ambos. Mullarkey prefiere distancias cortas. Es un luchador aguerrido, al que le gusta presionar y llevar los tempos del combate. Todo lo contrario que Ziam, quien prefiere mantener las distancias para poder utilizar todas las armas de sus extremidades. La clave radica en quien impondrá su distancia y en ese sentido creo que la naturalidad del propio boxeo, unido a la experiencia del australiano le pueden ayudar a imponer su juego.

Eso sí, no debemos olvidar que Ziam únicamente tiene 23 añitos. Su margen de mejora es muy amplio y puede haber añadido nuevas herramientas a su arsenal durante este último año alejado de los rings. Además, en un intercambio de golpes entre dos luchadores con ciertos déficits defensivos cualquier buen golpe, por muy dominante que este siendo el rival, puede dar por terminada la pelea. A pesar de las alertas, creo que Mullarkey es el luchador más propenso a llevar este enfrentamiento a su terreno. Me cuesta ver a Ziam trasladar esta pelea a la lona de forma reiterada, y en las distancias cortas no le veo tan peligroso. Me parece un buen emparejamiento para Jamie Mullarkey por lo que voy a probar su cuota de favorito.

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