Otra proposición que me parece muy interesante es la victoria de Ben Rothwell por decisión, la que, bajo mi juicio, es el método más probable para que esta pelea termine.

Es verdad que nos encontramos en los pesos completos. La fuerza en esta división sobra y no hace falta más que un buen golpe para poner punto final a una pelea. Ahora bien, partiendo de esa premisa, nos encontramos con dos de los luchadores más reacios a la finalización dentro de las 265 libras. Ambos se encuentran en los últimos compases de su carrera, y la historia nos ha demostrado que este tipo de emparejamiento entre atletas veteranos tiende a irse a la decisión más de lo habitual.

Andrei Arlovski fue un striker temible en su día. Hubo una época en donde reinaba en la división y su nombre se pronunciaba con miedo. Pero ha llovido mucho desde aquellos tiempos y el peleador bielorruso no ha sabido retirarse a tiempo cuando la edad llamaba a su puerta. Actualmente se ha convertido en una sombra de lo que fue. Su mandíbula dejo de aguantar los golpes de antaño y decidió cambiar su estilo al completo, convirtiéndose en un luchador de puntos, más centrado algunas veces en no ser finalizado que en ganar la propia pelea. Acumula 7 decisiones consecutivas, una autentica barbaridad para un peso pesado. Aún conserva destellos de calidad, pero su velocidad ha bajado drásticamente, dejando prácticamente en el olvido las peliagudas combinaciones con las que nos deleitó en el pasado.

Enfrente del octógono se encontrará con Ben Rothwell, un luchador cuyo momento de gloria llego hace relativamente poco, pero las lesiones lastraron el mejor momento de su carrera. A punto de cumplir los 38 años, ya no se espera ver nada nuevo ni sorprendente del grandullón. Tendré muchos detractores por estas palabras, pero Rothwell nunca ha sido un buen finalizador en comparación con lo que la división suele ofrecer. La gran mayoría de sus victorias han llegado por sumisión, gracias a un infravalorado grappling y una capacidad oportunista intachable. Pero en este combate le va a costar una autentica barbaridad llevar la pelea al suelo. Si algo ha mantenido en el tiempo Arlovski es su excelente defensa anti derribos.

La pelea que espero es un intercambio continuo de golpes singulares. Rothwell debería domar el tempo, ser el luchador agresivo controlando el centro del ring. Arlovski jugará su papel defensivo, circulando alrededor de la jaula, y esperando la oportunidad para contraatacar. En mi mente aparece una pelea con pocos intercambios que perfectamente podría llegar a las carteleras de los jueces en donde favorezco al luchador favorito.

Mi mayor miedo viene infundado por la derrota que sufrieron ambos púgiles en sus respectivas últimas peleas. Creo que los dos ganaron aquellas contiendas y fueron los jueces los que les privaron de celebrar la victoria. Esperemos que no salgan con ganas de provocar la interferencia del árbitro y se mantengan en los cánones más recientes.

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