Primeramente, señalar que se enfrentan Gary Anderson y Gerwyn Price, pero no da esa opción

Vamos con el análisis: el Mundial de Dardos 2021 llega hoy a su fin con éste enfrentamiento entre el escocés Gary Anderson y el gales Gerwyn Price, que es al que las bookies otorgan ligero favoritismo por ranking aunque yo creo que es al contrario; ha llegado a ésta final por derecho propio pero exceptuando los octavos de final contra Mervyn King ha sufrido bastante en todos sus partidos, y en dos de ellos tuvo que ir al juego decisivo, ganándolos obviamente, pero en esos dos juegos los nervios le hicieron mella y si los ganó es por que sus rivales, Brendan Dolan y Daryl Gurney, restaron aun pero que el

Por su parte Gary Anderson se ha plantado en la final sin apenas sufrir; en un año en el que por primera vez Michael van Gerwen no partía como claro favorito, ha tenido una trayectoria que ni el mismo hubiera soñado, y no por que se haya cruzado con rivales de poca entidad si no por que los ha eliminado con una sorprendente comodidad: el único que le llevó al último set fue el siempre complicado Mensur Suljovic pero ahí apareció el Gary Anderson de las grandes ocasiones y le hizo un doble 3-0 para clasificarse. Luego ni Devon Petersen ni Dirk van Duijvenbode, que llegaban como posibles sorpresas tras completar un gran año, le intimidaron lo más mínimo, y ayer Dave Chisnall, que venía de cuajar el mejor partido de su vida eliminando por 0-5 a Michael van Gerwen, no llegó a creer en sí mismo y acabó cediendo de manera clara por 3-6

Mientras que ésta final es un escenario nuevo para Gerwyn Price, para el cual es el partido más importante de su vida, para Gary Anderson, que ya ha sido campeón del mundo en el 2015 y en el 2016, es un partido más, gracias a la manera que tiene de afrontar cada torneo como si fuera uno más. En éste partido las estadísticas no sirven de nada, y más cuando ambos llegan con unos números bastante similares; lo normal es que sea un partido bastante largo y que lo decida el que mejor sepa gestionar los nervios en los momentos clave, y ahí es donde tanto por carácter como por experiencia Gary Anderson debería imponerse