Es cierto que lo probable es que no ocurra este pronóstico, pero yo personalmente le voy a meter unas monedas porque me parece que la cuota lo merece.
El Almería está atravesando un proceso de cambio de entrenador ya que esta semana han destituido a Sergi Barjuan y por tanto hay turbulencias pero no se me olvida que quien va a dirigir hoy el encuentro es Miguel Rivera un gran entrenador que está haciendo grandes cosas en el filial y ya se ha visto alguna vez en una como esta solventando la papeleta de manera satisfactoria.
Además hay precedentes. A Unai Emery le sobraron siete jornadas para conseguir el reto del ascenso a Primera División en la temporada 2006/07 -comenzó a 'competir' cuatro semanas tarde, porque el equipo falló en las tres primeras, y logró el reto del ascenso cuatro semanas antes-. Para la UD Almería, el reto del ascenso a la máxima categoría comienza en la octava jornada, dejando a un lado las siete primeras en las que dos partidos son buenos -los dos ganados-, lo que significa que se han 'tirado' cinco y no siete jornadas. Hay margen para trabajar en pos de un ascenso que no se conseguirá antes de la jornada 42 o, puede, que de la cuadragésimo sexta, que fue cuando lo logró Javi Gracia, precisamente compitiendo frente al rival de esta tarde, o equipos como Córdoba o Las Palmas, que lo lograron en el último partido del play off en las dos últimas temporadas.

Es hora de ser más rápido, el más rápido; más alto, el más alto, y más fuerte, el más fuerte de la competición para que lo sucedido hasta ahora sea sólo y exclusivamente un comodín, un palo que sirve de ejemplo y del que no cabe otra haber aprendido para cuando vengan mal dadas, de nuevo, porque vendrán. Una temporada es como un año natural, en el que pasar frío y calor es propio, dependiendo de las estaciones, y saber adaptarse a la situación es la mejor forma de 'conformarse'. Con lo gastado, con el potencial que supone tener el mayor margen para gastar, en este equipo no es para que se hable de la manta a la que hizo alusión hace unas temporadas José Luis Oltra, pero sí hay que recordar que los partidos no los ganan las arengas hechas en pretemporada, puede que el trabajo de entonces sí sirva -seguro que sirve-, pero los duelos que plantea la competición se ganan superándose a sí mismo -un trance por el que se 'pasea' sin prisa la UD Almería-. Ese el principio que sirve para colocarse el 'caparazón' que permite superar obstáculos y, desde ahí, merecer la confianza perdida, la estima que ha desaparecido y, por supuesto, los triunfos.

Los rojiblancos, con un nuevo mundo en el horizonte después de la destitución de Sergi Barjuan -al menos es eso lo que busca la entidad con esa medida-, esperan conquistar ese plus que se necesita y que se ha ido deshaciendo como consecuencia de las derrotas, las últimas cosechadas frente a Lugo, Alavés y Albacete sobre todo, aunque al catalán le costó el puesto el empate, a última hora, cosechado frente al Tenerife.

Miguel Rivera, que lleva dirigiendo la nave rojiblanca desde el pasado martes, parece tener la fórmula para que ese camino hacia el triunfo, aunque lleno de obstáculos, sólo entorpezca sin impedir la meta perseguida. Es cierto que esa obsesión por la conquista se llevará a cabo frente a un rival que tampoco anda fino, lo que podría considerarse un aspecto positivo, pero sólo sería así si la trayectoria para la UDA hubiese sido diferente a la que firma en la actualidad y que no es buena.

De todas formas, el pasado reciente, el único que existe a la hora de hablar sobre los recuerdos de las visitas, da cierta seguridad. El Almería no ha cedido ni uno de los nueve puntos allí disputados a lo largo de la historia, que habla de tres visitas, todas en Segunda, y saldadas todas con triunfos por 0-1. Lo que no esconden esos resultados es la forma, que siempre fue sufriendo. Nada nuevo 'bajo el sol', que diría aquel. Sí se mostró sólido en las tres visitas. La última, en la final del play off de ascenso, con el gol de Charles y la parada de Esteban al penalti lanzado por Felipe.

También es cierto que las estadísticas están para romperlas y a quienes les vale aquello de que 'las costumbres se hacen leyes' les puede valer, de manera idéntica, el dicho de 'a la tercera la vencida y a la cuarta la caída'. Pero el Almería no está para refranes, sólo para hechos y hoy es día idóneo para acabar con la racha de malos resultados esta temporada. Algún día tenía que ser y tantos varapalos se curarían de un certero golpe.


El centro del campo es consecuencia de lo que hay, es decir, Lolo Reyes y Montoro, como pareja de mediocentros, aunque también José Ángel podría aparecer en esa posición, y a partir de ahí 'muchas' variantes con la que formen Quique González, Hadzic y Iago Díaz, como segunda línea, como la más probable, con Chuli como hombre en punta.


El conjunto dirigido por Pablo Machín no ha conseguido ganar todavía en Montilivi, con sólo dos puntos de los nueve que ha disputado como local. Y la afición ansía una victoria que borre esas malas sensaciones a la par que coloque al equipo en una situación más propicia para igualar lo que tuvo 'entre manos' y se le escapó la pasada temporada, por sólo un minuto, frente al Lugo.

Uno de los puntos débiles del conjunto gerundense en este inicio de curso son los goles en contra encajados en el tramo final de los partidos, frente a equipos como el Numancia, Mirandés o Llagostera. Ante estos tres equipos, se le han escapado 8 puntos por los tantos encajados en los últimos diez minutos de cada choque.

Machín cuenta con la llegada del centrocampista internacional nigeriano Chidiebere Nwakali, procedente del Manchester City, aunque se antoja que, de momento, no estará en el once. El técnico del conjunto gerundense, sin embargo, sigue sin poder contar esta jornada con Javi Álamo, Coris, Sobrino y Serrano. Los tres últimos arrastran lesiones musculares, mientras que el primer se recupera de una intervención de rodilla.

Espero victoria almeriense.
Suerte y un saludo.